El origen del género Homo se remonta a más de dos millones de años y, hasta hace poco, otras especies humanas coexistían con el H. sapiens.
La evidencia genética indica que el orden de los primates divirgió de otros mamíferos hace 85 millones de años, aunque sus primeros fósiles datan de hace 55 millones de años. La familia homínida (primates sin cola que hoy en día incluye a los humanos, gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes) se separó de los gibones hace 17-20 millones de años. La tribu Hominini se desligó primero de los orangutanes, hace 14 millones de años, y luego de la tribu Gorillini, hace 9 millones de años. Hace 6 millones de años, dos subtribus surgieron de Hominini: Panina (bonobos y chimpancés, hoy en día) y Hominina o los australopitecinos.
La evidencia paleontológica más reciente apunta hacia la aparición del género Australopithecus hace cuatro millones de años en África oriental y a su posterior expansión por todo este continente. Aunque el tamaño de su cerebro no era diferente del de otros homínidos, una característica única le dio ventajas evolutivas: el bipedalismo. Este género de primates omnívoros que empleaban herramientas tuvo una durabilidad y variabilidad enormes, representado por especies como A. afarensis y A. africanus, y después de dos millones de años, antes de desaparecer, dio lugar a otros géneros como Homo y Paranthropus. Capacidad craneal promedio: 450 cc.
El registro fósil no es, por ahora, suficiente para delinear la transición del género australopiteco al género Homo. Cabe recordar que la nomenclatura taxonómica “género” no juega un rol en la teoría evolutiva, al contrario de lo que sucede con el término “especie”. En un sentido general, la separación entre dos géneros puede ser una brecha definitiva en morfología o comportamiento.
Homo emerge hacia el fin de los australopitecos (el fin del género pero no la extinción estricta del linaje), hace poco más de dos millones de años. Un estudio morfológico publicado en enero de 2019 revela el candidato más adecuado: Australopithecus sediba (descubierto apenas en 2008), especie híbrida con rasgos arcaicos y avanzados, sería la especie en transición entre A. africanus y los primeros Homo. De ser cierto, fue en la actual Sudáfrica donde una de las especies del género Australopithecus evolucionó y dio lugar a Homo habilis. Antes de describir cada especie, recordemos que no se trata de una relación lineal o ancestral sino que varias coexistieron y/o se mezclaron.
Homo habilis (hace 2.1 millones de años-1.5 Ma). La inclusión de habilis en el género Homo ha sido debatida durante décadas. Era corto de estatura y sus brazos eran desproporcionalmente largos, aunque su cara no se proyectaba hacia adelante como en los australopitecos. El nombre de esta especie y su diferenciación de género fue debido a su supuesto uso original de herramientas de piedra laminada. En fechas más recientes, sin embargo, se ha descubierto que especies de australopitecos más antiguas ya empleaban herramientas similares. No fue, por lo tanto, una transición bien delimitada. Su capacidad craneal era de unos 600 cc.
Homo erectus (1.8 Ma-.2 Ma). La primera especie de Homo en salir de África, típicamente descrita como descendiente de habilis, coexistió y se mezcló con esa especie. Erectus es la especie más longeva, con mucho, del género Homo, y también es la más diversa. Hasta hace pocas decenas de miles de años, todavía caminaban sobre este planeta y están bien documentados sus descendientes tardíos como el Hombre de Pekín. Hay evidencia de hogares y uso controlado del fuego por erectus de hace 1.5 Ma. Capacidad craneal: 850 cc., aunque sus últimos especímenes alcanzaron 1100 cc.
Homo ergaster (1.9 Ma-1.4 Ma). Originalmente se propuso que ergaster era una especie separada pero ahora se le considera una cronoespecie de Homo, o sea una especie señalada así por su situación geográfica y cronológica, ya que no su morfología o comportamiento. Los paleoantropólogos actuales la sitúan como una forma temprana del H. erectus o su población que permaneció en África, divergente del erectus asiático. Capacidad craneal: 700-1000cc.
Homo antecessor (1.2 Ma-0.8 Ma). Especie propuesta pero aún en debate. Sería la primera especie de Homo en Europa y se caracteriza por una mezcla única de rasgos primitivos y modernos. Otros autores la consideran una forma temprana de heidelbergensis o una subespecie europea de erectus. En cualquier caso, cumple la función de cronoespecie para llenar el hueco temporal entre erectus y heidelbergensis. Capacidad craneal: 1000-1100 cc.
Homo heidelbergensis (0.7 Ma-0.3 Ma). Nombrada por Heidelberg, Alemania, donde fue descubierta, esta especie derivó de antecessor y produjo una serie de subespecies que se expandieron por Europa y el este y sur de África. Todavía tiene similitudes con erectus pero su morfología craneal y su capacidad cerebral son semejantes a las nuestras. Heidelbergensis fue el predecesor inmediato de los neandertales, de los que se considera su ancestro directo, y quizás fue la primera especie en elaborar textiles. Capacidad craneal: 1100-1400 cc.
Homo neandertalensis (0.24-0.04). Al contrario de su antigua reputación, eran tan avanzados en tecnología, morfología y costumbres que varios paleontólogos quieren ubicarlo como subespecie de H. sapiens, con la que se mezclaron en por lo menos dos sitios con 30 mil años de diferencia. Una teoría reciente sugiere que el habla organizada comenzó con los neandertales. La distinción taxonómica entre neandertales y heidelbergensis se debe sólo a la existencia de una brecha en el registro fósil europeo de 0.3 MA a 0.243 MA. Capacidad craneal: 1200-1900 cc.
Homo denisova (0.6 MA-0.02 MA). Una de las últimas especies de Homo descritas por la ciencia, que decodificó su genoma, cohabitó y se mezcló con neandertales y sapiens en lugares tan separados como Siberia y Nueva Guinea. Capacidad craneal: Indeterminada.
Homo sapiens (0.3 MA). La única especie humana sobreviviente. Hay dos corrientes de pensamiento respecto al origen de sapiens: a) su emergencia de un ancestro del género Homo hace entre 300 y 200 mil años y b) su descendencia de un linaje fijo desde la divergencia con los neandertales (cladístico). Cada una presenta problemas: la anatomía moderna no limita el conjunto de todo sapiens y, por otro lado, la definición cladística extendería el origen de sapiens a más de 500 mil años. La especiación de H. sapiens que la extrae de las poblaciones arcaicas de erectus puede datarse entre 0.26 MA a 0.35 MA (fecha de la divergencia Joisán). La hibridación con otras especies Homo, sin embargo, continuó en varios sitios hasta hace al menos 40 mil años: o sea, hasta la desaparición de neandertales, denisovanos y otra especie aún no descrita pero con presencia en nuestro genoma La existencia o necesidad de definir subespecies de sapiens ha caído en desuso desde la década de los 80s. Capacidad craneal: extraordinariamente variable, 950-1800cc.
Homo naledi (?-0.25 MA). Hallada en 2013 (15 individuos), descrita en 2015 y asignada al género Homo, nuestro primo más recientemente descubierto vivió hace 250 mil años pero trae consigo varios misterios: su morfología es una mezcla de rasgos arcaicos similares a australopitecos (caderas y tórax), pulgares y partes de sus manos de rasgos de Homo modernos y otros rasgos más simiescos. En biología evolutiva, se trata de un ejemplo clásico de un mosaico anatómico y una prueba más de que la evolución humana no “progresó”, como se creía, de especies primitivas a otras más avanzadas. Capacidad craneal: 450 cc.
Otros posibles descendientes de H. erectus:
H. floresiensis. Floresiensis, o el hobbit, es una anormalidad en el mosaico de deriva genética e hibridación del Homo en los últimos doscientos mil años. El hombre de Flores medía 110 cm de altura y vivió aislado en una pequeña isla desde tiempos inmemoriales hasta hace alrededor de 50 mil años. De hecho, los análisis más recientes han identificado (basados en 300 características morfológicas) más similitudes de floresiensis con habilis o A. sediba que con erectus, su supuesto ancestro. No es inverosímil que los antepasados de floresiensis hayan salido de África incluso antes de la aparición de erectus. Capacidad craneal: 400 cc.
H. luzonensis. Especie descubierta en las Filipinas y datada de hace 67 mil a 50 mil años. Al parecer ya había cumplido procesos de especiación y de enanismo insular por un largo periodo de aislamiento similar al sucedido en Flores. Capacidad craneal: Indeterminada.
Hombre de la cueva del ciervo rojo (0.014 Ma). Fósiles de hace 14 mil años descubiertos en una cueva en Guang Xhi, China, de morfología arcaica. Se trata de la especie homínida no humana extinta más recientemente. No ha sido posible extraer ADN de sus restos. Capacidad craneal: Indeterminada.
El campo actual de la taxonomía de Hominina está en medio de grandes cambios y los expertos buscan una nueva definición de Homo, pues la actual ha sido extendida más allá de los límites morfológicos aceptables al incluir fósiles de apariencia muy primitiva. Además, algunos paleontólogos han puesto en duda la célebre transición de Austrolopithecus a Homo como oleada de unidad adaptativa.
Uno de los factores más importantes que no debemos olvidar es que la evolución rara vez ocurre de forma linear y austera. La evolución humana tuvo una diversidad extrema, una experimentación de formas que se ha documentado con pocas piezas. La preservación del registro fósil nos ha permitido vislumbrar su suntuosidad pero por ahora parece inasequible que algún día la describamos paso a paso. En pocas palabras, no hay suficientes fósiles pero seguirán ocurriendo hallazgos arqueológicos y avances en la genética que sin duda harán más detallada la taxonomía de Homo.
Autor: IIEH
Fuentes:
De Australopithecus a Homo, la transición que no fue
Los albores de Homo sapiens: nuestro árbol genealógico se revuelve aún más