El origen del perro doméstico no es claro pero nuevos estudios han revelado detalles importantes de su comportamiento y su historia.
Canis lupus familiaris, el cánido descendiente de lobos y mejor amigo del hombre, fue el primer ser vivo domesticado por nuestra especie, antes que cualquier otro animal o planta. Mientras que otros eventos de domesticación ocurrieron durante o después del desarrollo de la agricultura, el lobo fue domesticado antes del Neolítico, cuando todos los grupos humanos eran cazadores-recolectores. El ancestro de los perros actuales fue, sin duda, el lobo gris euroasiático, pero la fecha de la primera domesticación es ambigua, se sitúa entre hace 40 y hace 20 mil años. Evidencias arqueológicas y genómicas apuntan hacia una posterior divergencia entre una población de perros en Asia oriental y otra en Eurasia occidental. Antes del fin del Paleolítico, hace 12 mil años, los perros eran compañeros del ser humano en su expansión por el mundo y ya vivían también en América y África.
Un estudio paleogenético, publicado esta semana por la Revista de Antropología Arqueológica, ha establecido que hace 11500 años, en la región noreste de la actual Jordania, un número abundante de perros vivía en comunidad con un grupo humano y cooperaban en la caza de diferentes presas. De hecho los autores, de la Universidad de Copenhague, sugieren que el uso del perro en la cacería fue muy benéfico para ambos grupos y está marcado por un enorme aumento en los restos de liebre y otras pequeñas presas veloces de ese periodo. El sitio, llamado Shubayqa 6, contiene innumerables huesos de gacela, zorro y liebre, muchos de los cuales presentan marcas de haber circulado por el sistema digestivo de un carnívoro. Shubayqa estaba ocupado a lo largo de todo el año y hay evidencias de la coexistencia diaria de personas y perros, los que al parecer se encontraban totalmente integrados en diferentes aspectos de la vida comunitaria.
Otro estudio reciente, realizado por investigadores del Instituto Max Planck y publicado por Cambridge University Press, analizó los restos de perros arcaicos de Norteamérica y concluyeron que eran compañeros de caza y pesca, de tamaño mediano y tenían un estilo de vida muy activo. Su dieta, describieron, estaba compuesta de legumbres, tubérculos y peces de agua dulce. Así, la evidencia más antigua de perros paleoindios se encuentra en Illinois, EEUU, hace alrededor de 10 mil años. También, nota curiosa, se presenta ahí el primer caso conocido de enterramientos individuales de perros en cualquier parte del mundo, de donde procede la primera imagen.
El análisis paleogenético de muestras de diferentes perros arcaicos está ayudando a comprender mejor la transición de nuestra especie del Paleolítico al Neolítico. No sólo el uso de los perros como herramientas de caza sino como compañeros que, de manera instintiva, ya poseían normas estrictas de cooperación y jerarquía: dos de los ingredientes principales para el establecimiento y duración de las primeras ciudades.
Autor: IIEH
Fuentes:
Nueva evidencia de los primeros animales domésticos en las Américas
El origen dual de los perros domésticos
Hallazgo en el Ártico confirma el origen antiguo de los perros
Estructura genética en perros de aldea revela una primera domesticación en Asia Central