Los patrones climáticos de verano se están exacerbando en gran parte de Europa, Norte América y en partes de Asia.
Un nuevo estudio, publicado este lunes en Nature, detalla como los cambios recientes en las temperaturas del Ártico, parte del fenómeno llamado amplificación polar, han provocado acontecimientos meteorológicos extremos en las latitudes medias del hemisferio norte. Conforme suben las temperaturas en el Ártico, de manera más brusca que en el resto del planeta, más se alentan la circulación de la corriente en chorro y otros vientos planetarios gigantes. En pocas palabras, los frentes de alta y baja presión quedan atascados y el clima pierde su habilidad de automoderación. Esto trae, y traerá cada vez más según el estudio, extremos muy violentos en los veranos: en vez de días soleados, olas de calor; en vez de condiciones de baja humedad, fuegos incontrolados; en vez de aguaceros, inundaciones.
Uno de los coautores del estudio presente, Dim Coumou, del Instituto Postdam de Investigación del Impacto Climático, se refirió a los fenómenos extremos de los últimos dos meses: “Este verano vivimos olas de calor de alta intensidad. Eso continuará y es preocupante, sobre todo en las latitudes medias: Estados Unidos, Rusia y China. Tendrán un impacto en la sociedad, en la producción agrícola, que ya se ha visto diezmada este año, y en la salud humana”. Ese “atascamiento de la circulación” de los vientos planetarios ya ha sido el sujeto de varios estudios pero, hasta ahora, sólo centrados en patrones invernales. El estudio actual examina tendencias de verano cuando, según un corpus abundante de evidencia, los sistemas de vientos planetarios (tanto tormentas bajas como olas elevadas en la troposfera) han perdido su habilidad para cambiar el tiempo.
La causa directa de esto, al parecer, es el debilitamiento del gradiente de temperatura entre el Ártico y el ecuador como resultado de las emisiones de gases de invernadero por actividades humanas. El Ártico se está calentando hasta cuatro veces más rápido que el promedio global, lo que lo acerca mucho más a las temperaturas en el cinturón del planeta. Como resultado, hay menos compensación en la forma de aire húmedo proveniente del mar cuando las temperaturas altas se acumulan sobre la tierra, y menos compensación también de la tierra cuando se forman tormentas en el océano.
Todo esto se agrava si tomamos en cuenta la característica principal de los sistemas climáticos: su complejidad. Los climatólogos continúan su lucha por comprender las no linealidades del clima, ¿cómo interactúan los diferentes efectos del cambio climático entre sí?, ¿qué función tienen y tendrán los diferentes procesos de retroalimentación? Las no linealidades pueden influir las condiciones del tiempo en una región dada de manera abrupta y contundente. Las consecuencias del cambio climático serán cada vez más visibles y más profundas.
Una nota relacionada. El cambio climático por efecto de los gases de invernadero era algo conocido desde finales del siglo XIX. Esta nota de 1912, publicada en una gaceta de Warkworth, Nueva Zelanda, dice: El consumo de carbón afecta el clima. Los hornos del mundo están quemando alrededor de dos mil millones de toneladas de carbón cada año. Cuando éste se quema, al unirse con oxígeno, añade alrededor de siete mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. Esto tiende a convertir al aire en una cobija más efectiva para la tierra y a aumentar su temperatura. El efecto puede ser considerable en pocos siglos.
Traducción y nota: IIEH
Fuentes:
La influencia de la amplificación del Ártico sobre la circulación en las latitudes medias
El verano se está estancando debido al calentamiento del Ártico
¿Un artículo de periódico de 1912 predijo el calentamiento global?