Si continúa la destrucción del ambiente y de la biodiversidad global, las epidemias del futuro serán mucho más graves que la pandemia actual de coronavirus.
Las pandemias venideras tenderán a ser más frecuentes, a extenderse más rápidamente, a cobrar más víctimas y a infligir más daño económico si la humanidad no detiene de manera crítica su destrucción del ambiente y la explotación de la vida salvaje en nuestro planeta. Un grupo de científicos de diferentes partes del mundo ha advertido sobre los peligros que enfrenta la humanidad ante el advenimiento de nuevos virus.
“Se considera que diferentes mamíferos y aves acuáticas son portadores de hasta 1.7 millones de virus aún no identificados pero que pueden contagiar al ser humano. Cualquiera de estos puede convertirse en la siguiente “enfermedad X”, potencialmente más letal que Covid-19”, dicen los expertos en biodiversidad. El potencial de pandemias futuras es, dicen, enorme, y el sufrimiento que ha causado el coronavirus “puede ser sólo el principio”. Los autores del reporte, de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), aseguran: “Una sola especie es responsible de la pandemia de Covid-19, nosotros. Al igual que las crisis del clima y la biodiversidad, las pandemias recientes son una consecuencia directa de la actividad humana”.
En el reporte, dirigido por el zoólogo Peter Daszak, los científicos advierten: “La deforestación descontrolada, la expansión rampante de la agricultura intensiva, la minería, el desarrollo de infraestructura, así como la explotación de especies salvajes, han dado lugar a la tormenta perfecta para que se desborden nuevas enfermedades de la vida silvestre a la gente. Esto suele ocurrir en áreas donde habitan las comunidades más vulnerables a trastornos infecciosos”. La humanidad, cabe recordar, ha destruido más del 85% de humedales y pantanos y dedica más de una tercera parte de la superficie de la tierra y la mayor parte del agua dulce para la ganadería.
“Añadan a esto el mercado sin regular de animales salvajes y el crecimiento explosivo de la trasportación aérea y queda claro como un virus que circulaba en una especie de murciélagos en el sureste de Asia sin hacer daño a nadie a infectado ya a más de 3 millones de personas, provocado sufrimientos inmensurables y detenido economías y sociedades alrededor del mundo”, escribieron. “Esta es la mano del hombre en la emergencia de una pandemia”. La mayoría de los virus que nosotros y animales no humanos portan consigo no los enferman, pero las epidemias son causadas por un número cada vez mayor de personas que entran en contacto directo, y a veces en conflicto con, otras especies.
La solución en la mayor parte del mundo, por ahora, es la cuarentena, las restricciones de mobilidad, los estímulos económicos. Pero según los autores, “hace falta un cambio transformativo, fundamental, una reorganización sistémica que abarque factores sociales, tecnológicos y económicos, paradigmas enteros, y cuestione los valores y objetivos de la humanidad en todos los sectores”. Lo que está sucediendo no es suficiente: la mitigación de la crisis parece motivar la agricultura intensiva, las dádivas federales multibillonarias a aerolíneas. En pocas palabras, dicen, “esencialmente, se está subsidiando la emergencia de pandemias futuras”.
La economía mundial está basada en un “paradigma limitado que depende del crecimiento económico a cualquier costo”, describen los autores, “los seres humanos tenemos una pequeña ventana de oportunidad” para no sembrar las semillas de epidemias venideras. “De inmediato, hace falta asegurar que las acciones que se están tomando para reducir el impacto de la pandemia actual no amplifiquen los riesgos de crisis futuras”. Y concluyen: “La crisis de Covid-19 nos exige, a todos, que confrontemos los intereses tradicionales que se oponen a un cambio transformativo para acabar con el ‘igual que siempre’”.
Traducción: IIEH
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