No es un secreto que los cuervos son listos. Son famosos por los dolores de cabeza que nos dan al abrir nuestras bolsas de basura; más evidente todavía, son uno de los pocos animales que emplean herramientas.
¿Pero es posible creer que eso los hace felices?
Eso es precisamente lo que reveló un estudio reciente, cuyos coautores, Dakota McCoy y David Haig, de Harvard, descubrieron que los cuervos se comportan de manera más optimista después de emplear herramientas. El estudio fue descrito en un artículo de la revista Current Biology, fechado el 19 de agosto.
"Lo que esto sugiere es que, de la misma forma en que disfrutamos resolver algo como un crucigrama, ellos disfrutaron el simple hecho de usar herramientas", comentó McCoy. "Creo que sugiere que hay más cosas pasando adentro de sus cabecitas de lo que suponíamos. Experimentan satisfacción haciendo las cosas en las que son buenos, habiendo entrenado todas sus vidas".
A pesar de que el uso de herramientas en el reino animal no es inusitado (los chimpancés usan palos para "pescar" termitas y otros animales utilizan piedras para romper y abrir nueces o conchas de moluscos), los cuervos de Nueva Caledonia se destacan por su elaboración de herramientas complejas y por refinar continuamente sus diseños.
"Una respuesta potencial de por qué evolucionó así el uso de herramientas en estos cuervos es que están acostumbrados a recoger objetos y almacenarlos", explica McCoy. "De hecho les encanta, al trabajar con ellos, robarnos nuestro equipo y esconderlo en un lugar alto donde no podemos alcanzarlo". "Tal vez", agregó, "los cuervos son como los humanos y otros primates en este campo, cuando realizan acciones complicadas el refuerzo no sólo es el obtener un premio sino también el proceso mismo es parte del goce".
Para medir el optimismo de los cuervos al usar herramientas, McCoy y sus colegas diseñaron un experimento. En el laboratorio, los cuervos fueron entrenados mediante una caja pequeña con alimento dentro. Cuando la caja era colocada sobre el lado izquierdo de una mesa, siempre contenía una buena recompensa, tres pedazos de carne. Del lado derecho, solo contenía un pedazo, una recompensa bastante pobre. Una vez que los cuervos entendieron la diferencia, los investigadores colocaron la caja enmedio de la mesa. Si los pájaros corrían a investigar esa caja en posición ambigua, se sugiere que eran optimistas de encontrar una gran recompensa. Si eran lentos o de plano no se acercaban a esa caja, era evidente que estaban pesimistas.
Para analizar como se sentían con respecto al uso de herramientas, los cuervos fueron sometidos a una serie de pruebas a lo largo de varios días; en una de las cuales, por ejemplo, tenían que extraer carne de una caja mediante el uso de herramientas y otra donde una caja abierta contenía carne a la vista. Los resultados hablaron por sí mismos, a pesar de que aquella prueba requería de mayor esfuerzo, los cuervos se aproximaron a la caja ambigua con mucha mayor rapidez. Otras pruebas controlaron la dificultad y el tiempo requerido para obtener el premio.
A pesar de que es imposible asegurar con extactitud qué sentían los cuervos, McCoy dijo que su estudio no es el primero en estudiar los factores que afectan el estado de ánimo de los animales. La mayoría ha sido en animales en cautiverio, por lo que su coautora determinó: "Nuestras conclusiones apuntan hacia una manera de mejorar el bienestar de animales en cautiverio: darles trabajos complejos, específicos de su especie, para que enriquezcan sus habilidades y completen objetivos, en lugar de tan solo obsequiarles de forma pasiva".
Traducción: IIEH
Fuentes:
Cuervos listos