Algunos productos contienen compuestos químicos que pueden acumularse en tejidos vivos y nunca se degradan.
El culpable se trata de las sustancias per y polifluoroalquilos (PFAS, también llamadas sustancias alquiladas perfluoradas), compuestos químocos organofluorados de origen sintético. El hecho de que duren “para siempre” no es completamente un eufemismo; los PFAS son bioacumulables, persistentes, tóxicos al ser humano, y su vida media excede la duración de la vida humana.
Un nuevo estudio descubrió la presencia de PFAS en más de la mitad de 231 productos de belleza examinados: lápiz labial, mascara, bases, esmalte para las uñas, etc. Los productos que más frecuentemente contienen estos compuestos son la mascara impermeable (82%) y los lápices labiales líquidos (63%). Hay más de 9000 variaciones en la clase de PFAS, compuestos de flúor orgánico que ya son llamados “químicos para siempre”.
Dichos compuestos han sido relacionados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer, anomalías congénitas, enfermedades del hígado y la tiroides, inmunodepresión, irregularidades hormonales y otros trastornos de la salud. Los investigadores describieron su sorpresa por los altos niveles de PFAS hallados en algunas de las marcas más célebres de cosméticos en Estados Unidos y Canadá. A diferencia de otros compuestos tóxicos, los PFAS no se bioacumulan en tejidos adiposos sino que se enlazan con proteínas de transporte en la sangre, a la manera de ácidos grasos. Muchos PFAS, entonces, pueden ser absorbidos por la piel, los conductos lagrimales o ingeridos y se concentran en la sangre, el hígado y los riñones.
Las marcas que contenían PFAS no fueron nombradas en el estudio para no provocar sesgos, pero productos de todas las marcas principales fueron analizados. Cabe recordar que poco más del 50% resultaron positivas de contener PFAS; en otras palabras, es perfectamente factible elaborar los mismos cosméticos sin PFAS. No es la primera vez que la industria cosmética emplea ingredientes tóxicos: bien conocidos son el histórico plomo y (en la década de los 30s) el PPD para teñir las pestañas, provocando en casos extremos la ceguera a varias mujeres que resultaron alérgicas a este compuesto oxidante.
Las agencias reguladoras suelen permitir que los PFAS no se registren como ingredientes, alegando secretos comerciales, pero el estudio descubrió que estos compuestos de flúor suelen estar presentes en productos anunciados como “impermeables”, “durables” y “resistentes”.
Fuentes:
Tóxicos en las brandas más reconocidas de maquillaje
Traducción: IIEH