La plasticidad ecológica del H. sapiens

Cráneos de H. floresiensis y H. sapiens

 

Un nuevo estudio ha analizado los procesos de colonización de diferentes miembros del género Homo al este de la línea de Movius.

 

 

El arqueólogo Hallan L. Movius propuso la existencia de una línea cultural que habría dividido los grupos humanos de la cultura achelense del Paleolítico Inferior en África, Europa, el sur y oeste de Asia de los grupos que colonizaron el este y sureste de Asia, así como Melanesia. La línea de Movius corre a lo largo del norte de la India y, según afirmó Movius, divide dos tradiciones de manufactura de herramientas en el género Homo de poco más de un millón de años de antigüedad. El achelense se caracteriza por el extenso uso y producción del bifaz, herramienta de piedra de forma almendrada. Aunque es un hecho que casi no se han descubierto bifaces en sitios de ese periodo al este de la línea de Movius (que durante varias décadas fue relacionada con diferencias en la capacidad cognitiva), hoy en día se cree que esto se debe más a una razón paleoambiental.

 

Reconstrucción de cráneo de H. erectus

Un estudio publicado la semana pasada en la revista Investigación Arqueológica en Asia, dirigido por paleoantropólogos del Instituto Max Planck, analizó información paleoecológica asociada con la dispersión de varios grupos homininos (en particular el H. floresiensis, H. erectus y H. sapiens) en el sureste de Asia y Oceanía. Los científicos concluyeron que, lejos de demostrar escasa inteligencia, la colonización de esas regiones y la adaptación a sus ambientes demuestran la plasticidad ecológica del H. spaiens. Mientras que otros miembros del género Homo emigraron a lo largo de rutas fluviales y lacustres, sapiens pudo adaptarse y especializarse en selvas tropicales, islas desprovistas de recursos, ambientes montañosos y hábitats marinos de aguas profundas. La plasticidad ecológica, dicen, ayudó a que sapiens sobreviviera más allá de la prehistoria, a comparación de los otros Homo, que desaparecieron del registro.

 

Cabe agregar que la datación de H. floresiensis ha sido rectificada de hace 12 mil a hace 50 mil años, fecha que coincide con la llegada del humano moderno a la región. En 2010, en la cueva Liang Bua donde fue encontrado Floresiensis, también fueron hallados varios molares ya identificados como pertenecientes a H. sapiens. Por la misma época también desaparecen del registro fósil de la isla varias especies de megafauna como el estegodonte enano y la cigüeña gigante. En pocas palabras, parece ser que sapiens destacó entre los otros homininos por su habilidad de especializarse en la explotación de condiciones y hábitats extremos en esta parte del mundo. Las adaptaciones ambientales del ser humano moderno le han permitido sobrevivir, a costa de otros géneros, otras especies y, cada vez más, de ecosistemas enteros.

 

El nuevo ángulo de los estudios paleoecológicos nos ayuda a comprender lo que significa ser humano y tal vez se puede argüir que las presiones ecológicas actuales creadas por nosotros mismos son un filtro más para poner a prueba nuestra plasticidad.

 

Autor: IIEH

Fuentes:

 

Pioneros plásticos: Biogeografía hominina durante el Pleistoceno al este de la línea de Movius

Los humanos colonizaron ambientes diversos en el sureste de Asia y Oceanía durante el Pleistoceno

 

No hay comentarios aún en “La plasticidad ecológica del H. sapiens” .

Otros Artículos