La concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de nuestro planeta ha sobrepasado la marca diaria promedio de 415 ppm por primera vez.
Una de las estaciones de medición de CO2 (el principal gas de efecto invernadero) atmosférico más importantes del mundo, la del Observatorio de Mauna Loa, en Hawaii, registró un promedio diario de 415.26 ppm el 11 de mayo. Se trata, por supuesto, de una alarma más en la crisis actual de cambio climático. En las palabras del meteorólogo Eric Holthaus: “Es la primera vez en la historia de nuestra especie que la atmósfera contiene más de 415 ppm de CO2. No sólo en la historia registrada, ni siquiera desde la invención de la agricultura hace 10 mil años. Pero desde antes de que existiera el Homo sapiens. No conocemos un planeta así”. Rich Pancost, experto en ciencias de la Tierra, advierte que la última vez que la Tierra experimentó periodos extensos con más de 400 ppm de CO2 en su atmósfera fue hace 3 millones de años, hacia el final de la época geológica llamada Plioceno.
El mundo durante el Plioceno sería irreconocible para nosotros: el nivel del mar alcanzó hasta 30 metros más elevación que el nivel actual, una temperatura global promedio cuatro grados superior a la de hoy, una temperatura en los polos 10 grados más caliente, la humedad en general era mucho mayor. La fauna y la flora se vieron igualmente afectados, o beneficiados, y hubo un evento global de extinción del coral. En pocas palabras, era un mundo diferente y sin seres humanos.
El medidor de CO2 del Observatorio de Mauna Loa ha permanecido en funcionamiento desde 1958. En este lugar, lejísimos de cualquier contaminación industrial, el geoquímico David Keeling monitoreó la variación mensual y anual de los registros atmosféricos de CO2 desde marzo de 1958 hasta su muerte en 2005. A partir de ese año su hijo, Ralph Keeling, continuó realizando la misma labor, que sigue hasta la fecha. La gráfica formada por los datos obtenidos a lo largo de 61 años ha sido nombrada la Curva de Keeling, línea que muestra las concentraciones crecientes e inexorables de CO2 en el aire de nuestro planeta. Como se ve en la ilustración al principio de esta nota, no pintan bien las cosas.
En marzo de 1958 la medición de CO2 del Observatorio de Mauna Loa registró 313 partes por millón (313 ppm), en mayo de 2013 cruzó por primera vez la barrera de 400 ppm (y hace unos días, el 11 de mayo, alcanzó las 415 ppm en su promedio diario. Gran parte del calentamiento global pronosticado ya es cosa segura. O sea, es irreversible. El nivel preindustrial de CO2 atmosférico era de 280 ppmv pero si se logra mantener el nivel de 415 ppm, lo que requeriría ya acciones firmes de los países más contaminantes, se prevé un aumento de la temperatura promedio de la Tierra de cinco grados en pocos miles de años. Si no se hace nada y la industrialización mantiene el ritmo actual, el aumento será de hasta 10 grados, que destruiría la mayor parte de los ecosistemas. Lo que podemos hacer es, entonces, cambiar a fuentes renovables de energía para revertir las emisiones de CO2 y limitar la escala de la catástrofe.
Autor: IIEH
Fuentes:
Concentración de dióxido de carbono en el Observatorio de Mauna Loa
Los niveles de CO2 atmosférico alcanzan 414 ppm por primera vez en más de 3 millones de años