Alrededor de 350 elefantes murieron repentinamente en Botsuana durante el mes de junio.
Desde hace varias semanas, las autoridades de Botsuana están investigando las muertes de 356 elefantes cerca de manantiales y ojos de agua en este país africano. En un principio, se sospechó que la causa era el envenenamiento por cazadores ilegales de marfil, cuyo comercio aún no se ha podido frenar. Los cadáveres, sin embargo, han sido exclusivamente de elefantes, que poseen una masa corporal tan grande que cualquier veneno mortal para ellos hubiera destruido la fauna local.
La mayoría de las muertes se produjeron cerca del delta del Okavango, donde se localizaron 169 cadáveres. No se descubrieron heridas de bala ni otro tipo de violencia y los resultados toxicológicos resultaron negativos. Niall McCann, director de conservación de National Park Rescue, organización internacional de rescate animal, se refirió a un comportamiento atípico en elefantes vivos de la región: “Es muy preocupante porque por lo general es posible determinar si murieron por veneno o un disparo, pero además había otros elefantes que caminaban dando vueltas en apariencia confundidos y con signos de algún trastorno neurológico. En mi opinión, se trata de una toxina o enfermedad que afecta el sistema nervioso. Algunos elefantes cayeron sin vida con la cara al suelo, de manera casi inmediata”.
Por lo pronto, los investigadores oficiales han descartado el ántrax, bacilo letal y arma biológica, como posible causa. Además, han desechado la idea de envenenamiento por cianuro, una de las armas comunes de los cazadores ilegales, porque los animales carroñeros no han sufrido daño alguno al consumir los cadáveres. El gobierno de Botsuana ha enviado muestras de tejidos a Zimbabue y Sudáfrica para su análisis y aunque ya recibieron los resultados preliminares decidieron no anunciarlos públicamente hasta tener el informe definitivo, esperado la semana siguiente.
Los elefantes murieron con sus colmillos intactos, la región no carece de agua ni alimento. La posibilidad de que sea una cianobacteria se considera remota, dado que los elefantes no beben de la orilla donde se acumulan estos microorganismos. Según varios expertos, la causa de las muertes puede ser una de las siguientes razones: fluoroacetato de sodio, algunas veces usado como pesticida; el virus de la encefalomiocarditis, excretado en las heces de ratones y la posible razón por la que los elefantes les temen; algún virus o bacteria nuevos que haya cruzado la barrera de especies, a la manera del SARS-CoV-2; o algún microorganismo común cuya población se haya disparado por cambios extremos en la temperatura o el clima, como en el caso de la muerte de 200 mil antílopes saiga en Kazakhstan durante 2015, por culpa de la generalmente inocua Pasteurella bacterium.
La población de elefantes que vive en Botsuana, se calcula, cuenta con unos 130 mil individuos, más que cualquier otro país africano.
Fuentes:
350 elefantes caen muertos en Botsuana
Cientos de elefantes mueren en misteriosos fallecimientos en masa
¿Qué está matando a los elefantes de Botsuana?
Traducción: IIEH