Tres semanas de extensos incendios forestales en Australia han destruido gran parte del hábitat del koala.
La destrucción provocada hasta ahora por mas de una docena de graves incendios forestales en la costa este de Australia, en particular en Nueva Gales del Sur y Queensland, se ha cuantificado: dos millones de hectáreas devastadas y 300 millones de árboles quemados parcial o totalmente. El número de koalas incinerados se ha calculado en alrededor de mil, sin contar muchos más que sobrevivieron con quemaduras y están siendo tratados en hospitales especiales.
Aunque se considera que la población de koalas se podía contar en decenas de millones hasta el siglo XIX, primero su cacería a manos de europeos en busca de pieles, más tarde las sequías y finalmente la destrucción de sus hábitats y los incendios forestales, agravados por el cambio climático, han acercado a este marsupial hacia su extinción. El koala adulto requiere alrededor de un kilogramo de hojas de eucalipto al día para subsistir y se cree que los constantes incendios forestales en Australia han devastado un 80% de su hábitat.
Esta semana, la prensa mundial, encabezada por Forbes, publicó historias sobre la llamada extinción funcional del koala. Ahora bien, la biología considera que una especie se ha extinguido funcionalmente si cumple con uno o más de los siguientes requisitos: a) desaparece del registro fósil o de los reportes visuales, b) su población se reduce tanto que ya no tiene ningún rol en su ecosistema, y c) su población ya no es viable (es decir, ya no hay suficientes individuos ni diversidad genética en la especie para sobrevivir a largo plazo, la llamada depresión endogámica).
El koala no cumple con ninguna de estas condiciones, a pesar de que su número se ha reducido de manera crítica durante esta década. Un estudio del Centro para la Diversidad Biológica concluyó, en 2016, que la población de koalas era alrededor de 300 mil individuos. Un reporte de la Fundación Australiana del Koala calculó que, hace 6 meses, la misma población era de tan sólo 80 mil individuos. El koala no está en extinción funcional pero si sigue la tendencia de los últimos años con el tiempo lo estará (algunos mencionan el año 2050).
La existencia de incendios en el matorral australiano no es algo nuevo; de hecho, se sabe que ocurrían con frecuencia desde hace miles de años e incluso eran provocados tradicionalmente por los nativos muchos antes de la llegada de los europeos. El cambio climático, sin embargo, ha traído consigo clima extremo, menor disponibilidad del agua y otras presiones al ecosistema australiano. Los koalas han sufrido por ello, además de ser víctimas de atropellamientos y patógenos como la clamidia y el retrovirus Koala (KoRV), con efectos similares a los del SIDA en la población humana.
Autor y traducción: IIEH
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