La datación de tres pinturas rupestres en España revela que fueron elaboradas por neandertales.
Hay dos dichos que se pueden aplicar al neandertal y su lugar en nuestra imaginación colectiva: “La primera impresión es lo que cuenta” y “No hay segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”. La idea de que los neandertales eran seres subhumanos, toscos y de nula inteligencia, tiene más de 150 años. De hecho, su primera clasificación taxonómica propuesta, en 1866, fue Homo stupidus, el humano estúpido. Todavía en varios idiomas, incluido el español, se usa la palabra “neandertal” como peyorativo. Su clasificación exacta aún es causa de debates, pero se ha establecido como norma Homo neanderthalensis, a pesar de que bajo otras definiciones de especie debería ser incluido como subespecie en Homo sapiens.
El descubrimiento del neandertal en la Europa positivista de mediados del siglo XIX dio paso a una mala primera impresión: un salvaje poco más que gorila, incapaz de pensamiento simbólico o sistema de creencias. Pero en los últimos años las evidencias genéticas y paleoantropológicas han expuesto la realidad de un neandertal muy diferente. Por un lado, todos los seres humanos actuales, con excepción de africanos subsaharianos, poseemos un pequeño porcentaje de ADN neandertal; por otro, los neandertales usaron herramientas, adornaron sus cuerpos y realizaron pinturas rupestres antes que los humanos anatómicamente modernos.
La revista Science publicó esta semana un estudio de datación de pinturas rupestres en tres diferentes sitios de España: La Pasiega (Cantabria), Maltravieso (Extremadura) y Ardales (Andalucía). Mediante la técnica de datación uranio-torio, practicada en costras de carbonato adheridas a las pinturas de las cuevas, se determinó una antigüedad mínima de 64800 años. La pintura misma no puede datarse porque sus pigmentos son todos de origen mineral, así que se dataron las manchas o costras de carbonatos ( en este caso calcita) sobre su superficie. Ya que los primeros H. sapiens llegaron a Europa hace alrededor de 40000 años, se puede asegurar que fueron pintadas por neandertales, el único grupo humano que habitaba España en aquel entonces. Las pinturas rupestres, no simples embarrones en una pared, representan una diversidad de símbolos: líneas agrupadas para formar cuadros, puntos rojos en un semicírculo, animales y partes de animales, la mano del artista. Los neandertales poseían, entonces, un buen grado de sofisticación cognitiva.
La extensión geográfica (sur, centro y norte de España) que cubre la distribución de los tres sitios estudiados hace más rotunda esta nueva evidencia: evidencia de que los neandertales poseían una cultura simbólica y la intención de expresarla. La ubicación particular de cada pintura también es importante, ya que fueron realizadas lejos de las áreas más usadas de la cueva, lejos de la entrada y lo más profundo y recóndito posible, tal vez por su valor ritual. Joao Zilhao, uno de los coautores y profesor de prehistoria de la Universidad de Barcelona, lo resumió con estas frases: “En mi opinión, esto acaba con el debate sobre los neandertales. Son parte de nuestra familia. Son ancestros. No eran cognitivamente diferentes ni menos listos. Son una variante de la humanidad que, como tal, ya no existe. Tenemos que estudiarlos para comprender la historia humana en su totalidad”.
Traducción y paráfrasis: IIEH
Fuentes:
Datación U-Th de costra de carbonato revela origen neandertal de arte en cueva ibérica
Antiguas pinturas rupestres fortalecen el caso de simbolismo neandertal