Una nueva especie del género Homo, Homo luzonensis, ha sido identificada en Filipinas y una mandíbula de denisovano fue encontrada en la meseta tibetana.
Ambos hallazgos, respaldados por estudios publicados en abril por la revista Nature, fueron posibles gracias al reanálisis de huesos y fragmentos de huesos descubiertos hace años. En 2007 se encontraron restos de un metatarso de hominino en la Cueva del Callao, en la isla Luzón, Filipinas. En aquel entonces, fueron datados de hace 67 mil años y descritos como pertenecientes a Homo. Este año se hizo público el descubrimiento de 12 elementos homininos adicionales en el mismo sitio pertenecientes a tres individuos diferentes y ubicados en el mismo estrato que el metatarso de 2007.
El Homo sapiens más antiguo encontrado en Filipinas data de hace 16500 años, el llamado Hombre de Tabón, así que la existencia de otra especie de Homo en esta región geográficamente clave es fundamental. Antes se creía, erróneamente, que otras especies carecían de la tecnología para cruzar el mar para alcanzar la isla de Luzón. Al parecer, H. luzonensis poseía una combinación de características morfológicas primitivas y avanzadas muy diferente de las que definen otras especies, como H. florsiensis o sapiens.
A pesar de que no se ha logrado extraer material genético de los fragmentos de huesos para decodificar su genoma, se han descrito algunos de sus rasgos: luzonensis era de baja estatura, sus molares son pequeños y poseen tres raíces, el tercer metatarso de su pie se curva de manera similar a los australopitecinos. También se piensa que era apto en la elaboración y uso de herramientas: un hueso de venado descubierto en el mismo estrato había sido cortado con una herramienta de piedra. No hay que olvidar que otro estudio, de 2018, describió el uso de herramientas de piedra en huesos de rinoceronte en Luzón, datado de hace 700 mil años, por una especie cuyo origen aún desconocemos.
El otro estudio se relaciona con una región totalmente diferente a Luzón pero igual de inalcanzable, en apariencia, para especies descritas como primitivas: La meseta tibetana. En 1980, un monje en oración en una cueva (Baishiya Karst) dio con una mandíbula humana, de la cual actualmente solo existe la mitad derecha. Hoy, después de casi 40 años, el reanálisis del fragmento reveló un hecho sorprendente: perteneció a un individuo denisovano que murió en el área hace alrededor de 160 mil años. Homo sapiens, se piensa, no ocupó la meseta tibetana hasta hace unos 40 mil años.
Un individuo denisovano viviendo a más de 4 mil metros de altura confirma estudios genéticos ya publicados que explican que las adaptaciones de los tibetanos actuales a zonas elevadas (incluyendo los famosos sherpas del Himalaya) son gracias a un gen heredado de ancestros denisovanos (el gen EPAS1, que regula la producción de hemoglobina). Los investigadores del estudio presente no pudieron extraer ADN del hueso, pero secuenciaron la proteína llamada dentina, componente básico de los dientes, y compararon el orden de sus aminoácidos con los de otros grupos humanos arcáicos. Análisis morfológicos posteriores respaldaron la categorización.
Aunque hasta ahora el hombre de Denísova solo había sido hallado en una cueva en Siberia, a baja altitud, y que nadie se imaginó que humanos arcaicos pudieran vivir en regiones elevadas tan hostiles incluso hoy en día, la mandíbula completa parte del rompecabezas. Hace dos meses se confirmó la identificación de un fragmento de cráneo denisovano, el primero de su tipo, y se espera la publicación de un estudio correspondiente.
Hoy en día, en el campo de la paleoantropología en Asia, se habla más de un mosaico que de un árbol evolutivo. Ambos estudios hacen evidente, una vez más, la falsedad de que la línea evolutiva del ser humano progresó de las especies más primitivas a las especies más avanzadas. Es decir, es probable que el ser humano moderno no haya sido la especie más avanzada de Homo en habitar nuestra Tierra. Pero, claro, es la única que sobrevivió.
Autor: IIEH
Fuentes:
Una nueve especie de Homo del Pleistoceno Superior en las Filipinas
Nueva especie de humano arcaico descubierto en las Filipinas
Mandíbula denisovana del Plesitoceno Medio en la meseta tibetana
Hallazgo denisovano sugiere que humanos extintos colonizaron el techo del mundo