Un nuevo estudio sobre el microbioma intestinal infantil apoya la hipótesis de la higiene.
El estudio, publicado en la revista Cell, concluyó que niños criados en países occidentales desarrollados no han sido expuestos con la frecuencia necesaria a ciertos microorganismos, en menoscabo de sus sistemas inmunes. En particular, en lo que se refiere al aumento desproporcionado de diabetes tipo 1, alergias y otros trastornos autoinmunes.
La hipótesis de la higiene es una idea que ha ido ganando respaldo en la comunidad científica en la última década. Sostiene que ser expuestos a una variedad de patógenos desde la más temprana edad es crucial para el desarrollo de un sistema inmune robusto en el ser humano, pero que nuestro estilo de vida moderno, súper-esterilizado y súper-medicado, ha impedido esto. En las últimas décadas, se han extendido de forma tentacular las alergias a alimentos, el asma y la diabetes tipo 1 entre los jóvenes de países avanzados, que gozan de sistemas médicos bien establecidos. Por otro lado, la juventud de países en desarrollo que carecen de comunidades médicas prósperas casi no es afectada por esos trastornos que ocurren cuando el cuerpo se ataca a sí mismo.
El estudio en turno, codirigido por Tommi Vatanen y Aleksandar Kostic, del MIT y Harvard, es el resultado de una extensa colaboración internacional entre Finlandia, Suiza, Rusia, Estonia y Estados Unidos. Los investigadores monitorearon el desarrollo del microbioma intestinal de 222 bebés en el norte de Europa, desde su nacimiento hasta la edad de tres años, cuando comienzan los síntomas de varios trastornos mencionados. Las enfermedades autoinmunes son comunes en niños finlandeses y estonios, pero raras en niños de una república rusa; el estudio encontró diferencias microbiológicas que explican estos índices. Las especies de Bacteroides, género de bacterias Gram-negativas con forma de bacilo, dominan los microbiomas de los bebés finlandeses y estonios pero tienen una presencia escasa en el de los bebés de Karelia.
En el caso del primer grupo, la exposición de sus lipopolisacáridos (LPS, moléculas que contienen las endotoxinas bacterianas que son responsables de que se desencadene la respuesta inmunitaria en una persona) se debe sobre todo a Bacteroides, en vez de a Escherichia coli, que es un potente activador inmune. El estudio demuestra que el LPS de Bacteroides es distinto estructuralmente del LPS de E. coli. En otras palabras, el sistema inmune de los bebés de los países más desarrollados vistos en este estudio no fue educado en todos sus aspectos.
La frontera entre Finlandia y la república rusa de Karelia separa a dos economías contrastantes; hay una diferencia de 700% en su producto nacional bruto, y una diferencia marcada de sus estilos de vida. Finlandia está completamente occidentalizada, industrializada, mientras que Karelia sigue siendo una región agraria tradicional. Estonia, al otro lado del Golfo de Finlandia, ha visto un crecimiento económico precipitado desde la disolución de la Unión Soviética hace más de 20 años. De manera consistente con la hipótesis de la higiene, la prevalencia de la diabetes tipo 1 es seis veces mayor en Finlandia que en Karelia, a pesar de una diferencia menospreciable de riesgo genético entre las dos poblaciones. Estonia, por su lado, ha sufrido un incremento lineal de trastornos autoinmunes a la par de su recuperación económica.
Estos tres países, Estonia, Karelia y Finlandia fueron elegidos como laboratorio precisamente porque su clima, su genoma y su patrimonio común son muy similares, pero su estructura económica y su nivel de vida son variables claves. A lo largo de varios años, entonces, se tomaron muestras fecales con una periodicidad mensual, se realizaron cuestionarios sobre la dieta, la historia familiar y la actividad de los niños, y los resultados confirman rotundamente la hipótesis de la higiene. Como se dijo, el microbioma de los individuos de Finlandia y Estonia está dominado por Bacteroides, mientras que el de los niños de Karelia por Bifidubacterium, pero con un margen de variabilidad mucho mayor. Al parecer, la presencia de E. coli combinado con Bacteroides no garantiza el desarrollo de un sistema autoinmune saludable.
Los investigadores sospechan que la activación inmune del LPS por E. coli como se ve en los bebés de la república rusa de Karelia, refleja la relación que desarrollaron los seres humanos con su microbiota a lo largo de la evolución humana. El dominio de Bacteroides, en cambio, es un fenómeno reciente que se debe a un estilo de vida enfocado en lo sanitario. El próximo paso, acordaron los investigadores de este estudio, será determinar la razón por la que Bacteroides es tan dominante, además de extender su estudio a otras regiones geográficas para descubrir nuevos mecanismos de la conexión microbioma-sistema inmune.
Autor: IIEH
Fuentes:
Variación en la inmunogenicidad del microbioma contribuye a la autoinmunidad en seres humanos