A pesar de su papel clave en el descubrimiento del Hombre de Pekín, su nombre ya no se menciona en el mismo contexto: Teilhard de Chardin.
El paleontólogo y jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin mantuvo una estrecha relación con el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York durante gran parte de su vida. Colaboró con el paleontólogo y presidente del museo Henry Fairfield Osborn, quien en 1931 publicó un artículo resumiendo las exploraciones y descubrimientos de fósiles que Teilhard había realizado en China desde 1911.
En 1923, Teilhard participó junto con el padre Licent en una expedición paleontológica francesa al desierto de Ordos en China. Allí descubrieron importantes yacimientos de fósiles y herramientas de piedra tallada, lo que demostró la presencia del hombre prehistórico en Asia Oriental. Sin embargo, no hallaron restos humanos fosilizados.
Seis años después, en 1929, se produjo el histórico descubrimiento del Hombre de Pekín en el yacimiento de Zhoukoudian, al encontrar un cráneo parcial. Teilhard, como miembro de la Sociedad Geológica de China, estudió la estratigrafía del sitio. En 1931 confirmó que las herramientas líticas halladas provenían del mismo nivel que el cráneo, indicando que eran del Hombre de Pekín. A diferencia de otros científicos, Teilhard sostuvo desde el inicio que los restos eran un ancestro humano.
Teilhard envió sus estudios geológicos sobre el yacimiento al Museo Americano de Historia Natural. Dató al Hombre de Pekín en el Pleistoceno inferior, con una antigüedad de más de 800 mil años, lo cual fue confirmado décadas después. Durante sus años de trabajo en Zhoukoudian, se recuperaron los fósiles de unas 45 personas. Pero debido a la invasión japonesa en China, lamentablemente este valioso material se perdió. Pese a su contribución clave, la figura de Teilhard ha sido injustamente marginada en la historia del descubrimiento del Hombre de Pekín.
En el artículo vinculado abajo, Guillermo Agudelo Murguía detalla los antecedentes de la misión francesa de 1923 al desierto de los Ordos, a 300 km de Pekín, así como la participación y contribuciones de Teilhard de Chardin en la expedición de1929, cuando sucedió uno de los hallazgos más importantes en la historiografía de la evolución humana.
Teilhard de Chardin y El Museo Americano de Historia Natural (1911 – 1955)