Después de examinar los orígenes ancestrales de la tecnología de la información, la era clásica y la era mecánica, por fin hemos llegado a la era de las telecomunicaciones: La información y el conocimiento convertidos en impulsos eléctricos.
La clave de la era electromecánica, que abarca de 1840 a 1940, fue el descubrimiento de maneras de controlar y usar la electricidad. Las máquinas y las tecnologías cada vez se parecen más a las contemporáneas, algunas incluso aún en uso hoy. El telégrafo y el código Morse habían sido desarrollados en la primera mitad del siglo XIX; la máquina de escribir fue inventada por Charles Thurber en 1843; el fonógrafo y el micrófono aparecieron en los 1870s; el teléfono fue inventado por Graham Bell en 1876; el primer radio fue creado por Guillermo Marconi en 1894; y Nikola Tesla trabajaría en comunicaciones inalámbricas y control remoto en esta misma década. Todas ellas fueron invenciones cruciales para adelantar la tecnología de la información.
En otra línea de investigación, la obra de Charles Babbage fue continuada, y ampliada, por lógicos e inventores como Georg Scheutz, Martin Wiberg y William S. Jevons. Fueron creadas las máquinas tabuladoras, una clase de máquina diferencial avanzada, máquinas lógicas y calculadoras electromecánicas. La muerte de Babbage en 1871 puso fin al proyecto de lo que hubiera sido la primera computadora como tal: la máquina analítica. Cabe recordar que la razón de que este proyecto quedara inconcluso se encuentra no en los planos y técnicas de Babbage y sus ayudantes sino en las limitaciones tecnológicas y financieras de su época. Le tomaría al mundo 70 años más realizar su sueño.
Poco a poco, década a década, avances en la física y en la ciencia de materiales propiciaron las invenciones que harían posible el nacimiento de las computadoras. Las válvulas de vacío, por ejemplo, fueron desarrolladas en 1906, mientras que los circuitos biestables lo fueron en 1918, permitiendo la memoria electrónica de almacenamiento. Cabe mencionar a Herman Hollerith, considerado el primer informático. A fin de realizar el censo nacional de 1890 en Estados Unidos, Hollerith desarrolló una máquina tabuladora avanzada, que perforaría 56 millones de tarjetas y compilaría sus estadísticas en 3 años. En 1896, para comercializarla, fundó la compañía Tabulating Machine Company, que en 1911 se convertiría en IBM, International Business Machines. En las décadas de los 20s y 30s se desarrollarían allí diferentes placas de circuitos, perforadoras, calculadoras de números complejos y otros componentes de las computadoras futuras.
Pero el último escalón, el resollo final, que desembocaría en el desarrollo de las computadoras no tuvo lugar en tiempos de paz. Estas herramientas, las más complejas en la historia de nuestro planeta, fueron producto de la Segunda Guerra Mundial. Fue precisamente con el afán de descifrar los mensajes del enemigo que, tanto en Estados Unidos como en Alemania, se juntaron los criptoanalistas más brillantes. Personajes como Alan Turing, leyenda de las ciencias de la computación y de la teoría de la complejidad computacional, que a mitad de la guerra trabajó en su máquina de computación lógica (llamada hoy en día “máquina de Turing”).
Mark 1, la primera computadora “Turing completa” (una máquina que puede simular una máquina de Turing arbitraria en una entrada arbitraria), fue construida por IBM de 1939 a 1944 siguiendo los principios que estableciera Babbage para su máquina analítica. Financiada por el gobierno de Estados Unidos y alojada en la Universidad de Harvard, consistía de 765 mil componentes, cientos de kilómetros de cable, 5 toneladas de peso y corría con un motor de 5 caballos de fuerza. Uno de sus primeros programas la llevó a realizar una serie de cálculos para resolver problemas de implosión para el proyecto Manhattan, necesarios para proceder con la construcción de la bomba atómica.
La siguiente, y última entrega de esta serie, tratará sobre la época en que vivimos, la era de la electrónica y la información.
Autor: IIEH
Fuentes:
Una historia de la información y los sistemas