Después de 20 años de iniciado el proyecto, la NASA anunció este lunes que ha sido terminada la construcción del telescopio espacial James Webb, que pronto tomará el lugar de nuestro querido Hubble.
El telescopio espacial Hubble le ha dado a la humanidad las imágenes más memorables del universo, nos ha hecho corregir nuestra idea de su edad, nuestra comprensión del nacimiento de las estrellas y reveló que la expansión del universo se sigue acelerando, en lugar de alentarse. Pero, tras 26 años de servicio, se acerca el fin de su misión, planeada para 2021. En realidad, el Webb no es una simple actualización o reemplazo del Hubble, pues aunque ambos emplean la tecnología de espejos reflectores, realizan sus observaciones en diferentes rangos del espectro electromagnético. De cualquier manera, el Webb es mucho más poderoso y una de las misiones más importantes de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA) en esta o la siguiente década.
El telescopio espacial James Webb pesa 6.2 toneladas y tuvo un costo de 8800 millones de dólares, está equipado de un reflector de 6.5 metros de diámetro, un espejo recubierto de oro, pulido a la perfección, que puede recolectar 7 veces más luz que el Hubble y permanecerá en órbita alrededor del Sol a 1.5 millones de km de la Tierra., en el punto de Lagrange L2. Si todo sale de acuerdo a los planes de la NASA podremos observar rincones del universo como era hace 13000 millones de años. Además, Webb tiene suficiente poder para la búsqueda de exoplanetas habitables.
John Mather, científico del proyecto, se expresó así sobre el poder del Webb: “Queríamos saber si hay exoplanetas con suficiente agua para tener un océano y ahora podremos averiguarlo; si fuera colocado aquí, el reflector tendría la habilidad de detectar un abejorro en la superficie de la Luna”. A fin de obtener la mayor precisión en su estudio de la radiación infrarroja, el Webb será enfriado hasta -220 grados Celsius. Para lograr eso, cinco diferentes membranas lo aíslan de la luz solar, cada una de un grosor menor que el de un cabello humano. Estas fueron las última piezas del rompecabezas, terminadas y ensambladas apenas la semana anterior.
A partir de hoy comenzará una serie de pruebas de todo tipo para evitar cualquier problema. Recordemos otra gran diferencia entre el Hubble y el Webb: el Hubble (a 569 km de la Tierra) pudo ser reparado in situ varias veces gracias a las misiones del transbordador espacial, que la NASA cancelara en 2011; el Webb, por otro lado, a una enorme distancia de la Tierra, nunca será arreglado en su órbita. Las pruebas incluyen exámenes de resistencia al ruido y otras vibraciones del despegue, de resistencia criogénica, dadas las temperaturas extremas a las que será sometido, y pruebas para descartar defectos ópticos.
Si la misión no sufre retrasos, Webb será lanzado al espacio por el cohete Ariane 5, de la ESA, en octubre de 2018. Queda suficiente tiempo para imaginar sus descubrimientos.
Autor: IIEH
Fuentes:
NASA ha completado el telescopio espacial James Webb
20 años después, la NASA por fin termina el telescopio Espacial James Webb