La sonda espacial Hayabusa 2 regresó con varios gramos de materia extraída del asteroide Ryugu.
Científicos japoneses detectaron más de 20 tipos de aminoácidos en las muestras que la sonda espacial Hayabusa 2 trajo a la Tierra desde un asteroide a finales de 2020, lo que demuestra por primera vez que los compuestos orgánicos existen en los asteroides. Dado que los aminoácidos son esenciales para que los seres vivos produzcan proteínas, el descubrimiento podría contener pistas para la compresión de los orígenes de la vida.
En diciembre de 2020, una cápsula transportada en una misión de seis años por Hayabusa 2 llevó a la Tierra más de 5 gramos de material superficial del asteroide Ryugu, situado a más de 300 millones de kilómetros de nuestro planeta. La sonda de Ryugu tenía como objetivo ayudar a desvelar los misterios del origen del sistema solar y de la vida. Los análisis previos de las muestras, realizados el año pasado, habían sugerido la presencia de agua y materia orgánica.
La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) y otras instituciones de investigación de todo el país, incluidas la Universidad de Tokio y la Universidad de Hiroshima, pusieron en marcha la investigación completa de la muestra en 2021. Aunque no se sabe cómo llegaron los aminoácidos a la Tierra primigenia, una teoría supone que fueron traídos por meteoritos, ya que se detectaron aminoácidos en un meteorito encontrado en la Tierra. Sin embargo, también existe la posibilidad de que se vincularan en la tierra.
Los meteoritos que llegan a la Tierra se queman al chocar con la atmósfera y se contaminan rápidamente con microorganismos terrestres. Hayabusa2 fue innovadora porque recogió materiales del subsuelo del asteroide; materia no erosionada por la luz solar o los rayos cósmicos, y la entregó a la Tierra sin exponerla al aire exterior.
Kensei Kobayashi, profesor emérito de astrobiología de la Universidad Nacional de Yokohama, dijo que este descubrimiento sin precedentes de múltiples tipos de aminoácidos en un cuerpo extraterrestre podría incluso insinuar la existencia de vida fuera de la Tierra. "Demostrar que los aminoácidos existen en la subsuperficie de los asteroides aumenta la probabilidad de que los compuestos hayan llegado a la Tierra desde el espacio", afirmó. También significa que es probable que los aminoácidos se encuentren en otros planetas y satélites naturales, insinuando que "la vida quizá nació en más lugares del universo de lo que se pensaba", añadió Kobayashi.
Hayabusa 2, bautizada así por el halcón peregrino, partió de la Tierra en 2014 y alcanzó su posición estacionaria sobre Ryugu en junio de 2018, tras recorrer 3,200 millones de kilómetros en una órbita elíptica alrededor del Sol durante más de tres años. La sonda aterrizó en el asteroide dos veces al año siguiente, recogiendo las primeras muestras del subsuelo de un asteroide. La cápsulo con esta muestra llegó a nuestro planeta a finales de 2020 pero la misión de Hayabusa 2 fue extendida un año más, hasta junio de 2023. Su siguiente objetivo: el asteroide 2001 WR1.
Autor: KYODO
Fuente: Aminoácidos encontrados en muestras de asteroides recogidas por la sonda japonesa Hayabusa2
Traducción: IIEH