Microorganismos descubiertos en la Antártida pueden sustraer hidrógeno, monóxido de carbono y dióxido de carbono para sobrevivir en situaciones extremas.
Un equipo de científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, ha descubierto que microbios en la Antártida poseen una, hasta ahora desconocida, habilidad de extraer hidrógeno, monóxido y dióxido de carbono de la atmósfera para mantenerse con vida en las condiciones más arduas. Este descubrimiento tiene enormes implicaciones en la búsqueda de la vida en otros planetas, pues microorganismos en otros mundos también podrían sobrevivir gracias a la presencia de oligoelementos en sus gases atmosféricos.
“La Antártida es uno de los ambientes más extremos en la Tierra. Sin embargo, las regiones desérticas, oscuras y frías son el hogar de una variedad sorprendentemente rica de comunidades bacterianas”, comentó Belinda Ferrari, autora principal del estudio que reveló el hallazgo, publicado este mes en Nature: “Nuestra gran duda era como es que los microorganismos pueden sobrevivir con la casi completa falta de agua, los suelos contienen una cantidad muy baja de carbono orgánico y hay poquísima capacidad para producir energía del sol vía fotosíntesis durante la oscuridad del invierno. Hemos descubierto que algunos microbios de la Antártida han desarrollado mecanismos para sobrevivir del aire, de donde pueden extraer la mayor parte de su energía y del carbono que necesitan”.
Los investigadores del presente estudio recolectaron muestras de tierra de dos sitios costeros en áreas sin hielo de diferentes regiones de la Antártida Oriental: Robinson Ridge y Adams Flat, ambas desiertos polares prístinos totalmente libres de plantas vasculares. El ADN microbiano que se obtuvo de las muestras de suelo se analizó y se reconstruyeron los genomas de 23 de los microorganismos que viven allí, incluyendo dos grupos antes desconocidos de bacterias, llamados WPS2 y AD3. La especie dominante entre las obtenidas tiene genes que le dan una alta afinidad al hidrógeno y al monóxido de carbono, lo que le permite extraer estos oligoelementos del aire a un ritmo acelerado para satisfacer sus requerimientos energéticos y poderse reproducir.
Así se resuelve la pregunta de los microorganismos extremófilos en la Antártida. Otros ejemplos de ambientes hostiles donde sobreviven microbios: en tanques de agua ultra-purificada; en las profundidades del Mar Negro, en condiciones de casi total oscuridad, hay organismos que capturan un fotón cada tantas horas o días y cuya división celular se mide en siglos en vez de en minutos; en soluciones de fosfato de calcio; a decenas de kilómetros de profundidad en el manto rocoso de la Tierra; en el corazón de reactores nucleares, acompañados de un hongo que produce melanina; en ambientes bombardeados por niveles muy altos de rayos UV; etc.
Traducción: IIEH
Fuentes:
Viviendo en aire escaso: Un misterio microbiano resuelto
Oligoelementos atmosféricos respaldan producción primaria en suelo desértico de la Antártida