Uno de los desastres ambientales más graves de nuestro siglo se está desarrollando en Indonesia:
Más de 100 mil incendios forestales y quemas de terreno han afligido desde hace cuatro meses a este país del sureste asiático, además de extenderse a Malasia y Singapur. Aparte de afectar directamente la salud de cientos de miles de personas, ya que la calidad del aire en las ciudades se ha desplomado, los ecosistemas de decenas miles de especies animales y vegetales se han visto destruidos o disminuidos. El daño es, por el momento, incalculable.
Las islas de Sumatra y Borneo, azotadas por cientos de incendios desde julio, son santuarios irremplazables de especies como el orangután, el elefante pigmeo, los tigres y los rinocerontes de Sumatra. También habitan sus selvas recónditas pueblos arcaicos como los austronesios Dayak, Kenyah y Kayan, ya mermados por varias razones. El área afectada emite, cada día, el equivalente de dióxido de carbono que produce toda la economía estadunidense, pero en una zona mucho más reducida.
La causa de la gravedad de los incendios tiene dos caras. Cada año, Indonesia padece de eventos similares en mucha menor escala, debido a las quemas de terreno que se realizan, de manera legal o clandestina, a fin de echar abajo la selva y comenzar la producción de palma para extraer su aceite. El aceite de palma tiene, en la actualidad, gran demanda; es natural, no ha sido genéticamente modificado y es barato (aunque el costo de su producción es extraordinario para el ambiente). El ser humano consume una enorme cantidad de aceites y el de palma es, por hectárea, 10 veces más productivo que el de canola o el de soja. La deforestación de Indonesia, entonces, se debe a nuestra demanda de aceite y a la eficiencia del aceite de palma. A todo esto se suma la particularidad climática de este año: la proyección del fenómeno de El Niño actuando de forma activa este año se ha cumplido; Indonesia tuvo un verano y un otoño inusualmente secos, lo que propició la propagación de incendios.
Aparte del terrible costo humano y la crisis de salud en Indonesia, el impacto ha sido muy visible para los orangutanes. Sus dos especies, la de Sumatra y la de Borneo, se encuentran en peligro crítico de extinción. Uno de los centros de rehabilitación de bebés de orangután más importante reportó que sus 16 especímenes habían desarrollado infecciones respiratorias a causa del humo. En los próximos dos meses, anunció la Fundación para la Supervivencia del Orangután de Borneo, será cuantificable el daño real a la especie. La Fundación ha salvado a varios adultos machos y hembras tras la destrucción de su hábitat, algunos, lamentablemente, con daño permanente en sus ojos. Y este es tan solo uno de los animales en peligro, una de las miles de especies afectados por los incendios. Otro, por ejemplo, son las abejas. Son absolutamente necesarias para la polinización en la producción de muchas plantas y tardarán, se estima, alrededor de tres años en recuperarse.
Alrededor de 16 mil kilómetros cuadrados de tierra y selva han sido arrasados por el fuego. La semana pasada, finalmente, llegaron las lluvias. La solución es un crucigrama porque el problema no es sólo de este año: buena parte de las míticas selvas vírgenes de Borneo han desaparecido para dar lugar a, en un viaje en automóvil, horas y horas de plantaciones de palma.
Autor: IIEH
Fuentes:
Los incendios forestales de Indonesia dañan la vida salvaje, grande y chica
Los incendios de Indonesia están asfixiando al mundo
Singapur desaparece en una densa humareda a causa de los incendios indonesios