La revista Science acaba de publicar el análisis de 17 cráneos de humanos arcaicos hallados en el yacimiento Sima de los Huesos, la pequeña cámara que se encuentra en la cueva mayor del complejo arqueológico Sierra de Atapuerca, donde se han encontrado al menos cuatro diferentes especies de homínidos.
Los cráneos datan de hace 430 mil años y muestran características típicas de neandertal, tales como la forma de los molares y la línea de la mandíbula. Sin embargo, los mismos cráneos carecen de otros rasgos igualmente comunes a H. neandertalensis, en particular el mayor volumen craneal que lo distingue del H. sapiens. El estudio, dirigido por Juan Luis Arsuaga, paleontólogo en la Universidad Complutense de Madrid, presenta evidencia que refuerza la teoría de que los neandertales evolucionaron de manera gradual desde que su ancestro (común con el H. sapiens) abandonara África hace más de medio millón de años. Los 17 cráneos examinados reflejan un patrón morfológico consistente con rasgos del rostro neandertal, sobre todo aquellos relacionados con el aparato masticatorio. Esto sugiere, concluye el estudio, que las modificaciones faciales fueron el primer paso en la evolución del linaje neandertal. El neandertal, entonces, nació de un mosaico de diversos módulos anatómicos y funcionales, que a su vez evolucionaron en lugares diferentes de Europa y con ritmos distintos.
Los humanos arcaicos de la Sima de los Huesos, todavía no completamente neandertales, pertenecieron a un grupo aislado y reducido, uno de los muchos que poblaban el continente europeo en aquel entonces. Fue ese aislamiento, donde predominaba la deriva genética, lo que le permitió desarrollar los atributos que luego lo definirían como neandertal.
Autor: IIEH
Fuentes:
Raíces neandertales: Evidencia cranial y cronológica de la Sima de los Huesos