Esta semana, Estados Unidos dejó de formar parte del Acuerdo de París para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
De los casi 200 países que firmaron el Acuerdo, en abril de 2016, Estados Unidos es el primero en retirar su promesa de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. El presidente Trump anunció su intención de abandonar el acuerdo parteaguas desde 2017 y notificó a la ONU el año pasado. Tras la espera obligada de un año, el Acuerdo ha perdido oficialmente la cooperación de la nación más contaminante del mundo.
Estados Unidos ha emitido más dióxido de carbono a la atmósfera que cualquier otro país desde que la edad industrial comenzara a mediados del siglo XVIII. Sus emisiones actuales se han reducido un poco debido a la epidemia de coronavirus pero demasiado lentamente para evitar niveles catastróficos de calentamiento. La administración de Trump canceló restricciones y redujo los límites de contaminación por carbón producida por automóviles, plantas de energía, camiones y otras actividades basadas en combustibles fósiles. Las emisiones estadunidenses se elevaron durante los primeros dos años de la presidencia de Trump. En 2020, la pandemia frenó la economía y las emisiones de CO2.
“El cambio climático no sólo es un problema ambiental”, dijo Rachel Cleetus, directora del programa de clima y energía de la Unión de Científicos Preocupados, “también amenaza nuestra economía. Está dañando nuestra prosperidad a futuro, el bienestar de generaciones postreras”. Estados Unidos, bajo el Acuerdo de París, había prometido recortar sus emisiones un 25% para 2025, comparado con los niveles de 2005, pero hasta la fecha solo se ha registrado una reducción de 17%.
Mientras tanto, China, Japón y la Unión Europea han confirmado sus promesas de largo plazo para reducir sus emisiones hasta alcanzar un balance total de cero, durante las próximas décadas. El Acuerdo de París también incluyó los compromisos de corporaciones como Amazon y Cargill, que realizarán donaciones y recortarán sus propias emisiones de CO2. La misma Cámara de Comercio de Estados Unidos, grupo hsitóricamente de derecha, se oponía a la decisión de Trump de abandonar el acuerdo.
Con la salida de Estados Unidos, el Acuerdo de París también pierde los fondos que este país contribuía para aliviar los problemas desproporcionados que sufren ciertos países pequeños y más pobres (como Kiribati) por culpa del cambio climático. En total, tres mil millones de dólares que habrían ayudado a estas naciones a adaptarse a una Tierra más caliente y a abandonar los combustibles fósiles. El año pasado 13 países ricos duplicaron sus contribuciones a ese mismo fondo.
Los próximos 10 años tendrán una importancia extrema para la protección de las personas vulnerables pero la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, bajo Donald Trump, pone en peligro la existencia de varios proyectos relevantes, tales como el desarrollo de más estaciones climatológicas y mapas topográficos del fondo del mar para predecir tormentas con mayor exactitud.
Autor: Rebecca Hersher
Traducción: IIEH
Fuente: EEUU abandona formalmente el Acuerdo Climático de París