Las principales causas de mortalidad en el mundo han cambiado en los últimos 30 años: de enfermedades infecciosas a trastornos originados por un estilo de vida sedentario y dietas poco saludables.
La revista médica británica The Lancet publicó el estudio analítico, dirigido por Christopher Murray, de la Universidad de Washington, y patrocinado por la Fundación Bill Gates, esta semana. Un equipo de de varios cientos de colaboradores recopiló información sobre 249 causas de mortalidad, 315 enfermedades y 79 factores de riesgo, además de la esperanza de vida promedio, en casi 200 países. Las conclusiones son, a la vez, positivas y alarmantes. Los riesgos de morir por causa de una enfermedad infecciosa son mucho menores que hace 35 años, en casi todos los países. La esperanza de vida es mucho mayor, en casi todos los países. Pero la mayoría de los países son, hoy en día, parte de la crisis global de obesidad que mata a sus víctimas de una manera mucho más lenta y costosa.
La incidencia de enfermedades infecciosas como la influenza y la malaria ha disminuido considerablemente, gracias a programas internacionales de inmunización y el mejoramiento de sistemas sanitarios. Por otro lado, las muertes provocadas por agentes no infecciosos, generalmente por dietas altas en grasa y azúcar, consumo de tabaco y alcohol, y un estilo de vida sedentario, alcanzaron un total de 71.3 del las muertes ocurridas durante 2015. En 1990, por ejemplo, el total fue de 57.3%. Estos agentes no infecciosos incluyen condiciones como enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y otras demencias, diabetes tipo 2 y cáncer. El estudio descubrió que el primer factor de riesgo es hipertensión arterial, que suele presentarse en personas que sufren de obesidad y es agudizada por la falta de ejercicio. Contribuye, por sí sola, a casi 9% de la mortalidad global. El segundo factor fue el consumo de tabaco (6.3%), seguido por niveles altos de azúcar en la sangre (6.1%) y un alto índice de masa corporal (5%). La obesidad, según las tendencias de los últimos años, pronto se convertirá en la causa principal de cáncer, por encima de la causa primaria actual, el tabaco.
A nivel mundial, la esperanza de vida a aumentado de 61.7 años en 1980 a 71.8 años en 2015. Ciudadanos de países subsaharianos viven mucho más que hace dos décadas, cuando la región fue afligida por una epidemia de VIH-SIDA. Aunque los ciudadanos de países desarrollados viven, en promedio, vidas más largas que hace 30 años, el reporte se encontró con que la mayoría lo hace en un estado de salud poco deseable. En promedio, estas personas pasan los últimos 10 años de sus vidas con mala salud. La incidencia de diabetes tipo 2, por ejemplo, ha crecido 60% sólo en lo que va de esta década.
Los países convertidos en zonas de violencia interpersonal han experimentado el desplome de su esperanza de vida: La esperanza de vida para los hombres en Siria, por ejemplo, bajó de 73.9 a 62.6 años. La guerra, como es de esperarse, nunca cambia.
Autor: IIEH
Fuentes:
7 de cada 10 muertes son producto de dietas y estilos de vida poco saludables