La población de España sólo ha desarrollado un 5% de anticuerpos contra el SARS-CoV-2.
Un estudio publicado por la revista The Lancet esta semana revela que la prevalencia de anticuerpos contra el covid-19 en España es mucho menor de lo esperado. Durante la pandemia algunos grupos y gobiernos han propuesto la estrategia de inmunidad de grupo para mitigar el daño económico y prevenir muertes a largo plazo. En teoría, en el diseño de modelos matemáticos para simular la difusión de enfermedades infecciosas, existe un umbral en el porcentaje de personas con anticuerpos para determinar si se logra la inmunidad de grupo.
Por ejemplo, en el caso del sarampión, el umbral es de 92-95%. El ébola requiere de un 60% mientras que la influenza de 33-44%. Para alcanzar la inmunidad de grupo en el caso del Covid-19, dependiendo de su ritmo reproductivo básico, haría falta de un 50 a un 83% de individuos con anticuerpos. Por eso es que el estudio serológico masivo realizado en España, que únicamente arrojó un resultado de 5%, llega como un balde de agua fría. La metodología del estudio en sí fue impecable: exámenes serológicos en 35,883 viviendas, 61,705 participantes, elegidos de manera aleatoria a nivel nacional. El resultado, 5.1% de seropositivos a SARS-CoV-2.
Por supuesto, como declara Isabella Eckerle, coautora del estudio e investigadora del Centro de Enfermedades Virales Emergentes de Ginebra, “el propósito de lograr la inmunidad de grupo a través de la infección natural no sólo es extremadamente inmoral sino también inalcanzable”. Este estudio se añade a una docena más, similares pero en general de menor tamaño, realizados en otros países europeos, en un par de ciudades estadunidenses y en China. El estudio fue realizado a finales de abril a mayo, mientras España pasaba por los momentos más severos de la pandemia, que le ha costado más de 28 mil vidas.
Cabe mencionar que la zona metropolitana de Madrid, según resultados del estudio, sí goza de un número mayor (arriba del 11.7%) de personas con anticuerpos contra covid-19, pero aún lejano de la inmunidad de grupo. Como se observa en la imagen, las zonas costeras tuvieron menor exposición al virus, a diferencia del centro del país. Se puede ofrecer una analogía entre la inmunidad de grupo y la protección contra el fuego que goza un pueblo con dos terceras partes de sus edificios a prueba de incendios. Claro que existen variables como la inmunidad innata y la inmunidad adquirida que hacen más complejo el cálculo.
También es importante añadir que en otro estudio reciente se demostró que una proporción de individuos asintomáticos positivos perdió los anticuerpos en pruebas serológicas tras varias semanas o meses. Las implicaciones de este descubrimiento todavía no se comprende; el factor crítico para una inmunidad sostenida no son los anticuerpos en la sangre sino poseer células T programadas para reaccionar a la infección y el subsecuente estímulo para producir los anticuerpos. En pocas palabras, es muy posible que individuos expuestos a covid pero ya seronegativos gocen de inmunidad. De cualquier forma, parece ser matemáticamente imposible, en la mayor parte del mundo, de alcanzar la inmunidad de grupo sin entrar en un periodo largo de colapso de los sistemas médicos.
Fuentes: Prevalencia de SARS-CoV-2 en España: estudio de seroepidemiología poblacional a nivel nacional
Autor: IIEH