Cuando uno prepara una papa al horno o un pescado envuelto en papel aluminio, a temperaturas cercanas a los 200 grados centígrados, es posible sacar la comida caliente sin quemarse mientras se haga contacto sólo con aluminio. ¿Por qué parece estar a una temperatura mucho más baja que el resto del contenido del horno?
El papel aluminio es un material increíblemente delgado, ya que el aluminio es un metal blando y maleable, así que no puede almacenar el calor de forma eficiente. Comparado con su masa, tiene una extensa superficie, o sea, mucho espacio para que la energía calorífica se disperse. El aluminio, además posee una capacidad térmica relativamente baja, un 25% de la del agua. Al abrir el horno, el aire caliente se mezcla con el aire de la habitación y el papel aluminio pierde su calor en un lapso muy breve (equilibrio térmico); cuando hacemos contacto con el papel, ya casi habrá alcanzado la temperatura ambiente.
Eso sí, claro, si metiéramos un bloque o lingote de aluminio al mismo horno, sería peligroso tocarlo sin protección.
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Paráfrasis: IIEH