Uno de los proyectos espaciales más ambiciosos en la historia de la humanidad, esta vez a cargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha alcanzado su punto culminante.
Se trata del primer aterrizaje controlado de una sonda en un cometa, que descenderá en el cometa Churyumov-Gerasimenko, también conocido como 67P/C-G. Aunque diferentes misiones espaciales ya han aterrizado en diferentes lunas, planetas y asteroides, es la primera vez que se intenta un aterrizaje suave en el núcleo de un cometa. La nave principal se llama Rosetta; transportó consigo la sonda robótica de tan sólo 100 kg de peso que realizará el descenso, Philae. Rara vez se ha visto un nivel de preparación y compromiso como el de esta misión: Fue concebida en 1986, tras el paso del cometa Halley; fue aprobada por la ESA en 1993, después de que la NASA cancelara varias misiones en 1992; su construcción fue completada en 2000 aunque fue necesario elegir un nuevo cometa cuando una serie de problemas en los cohetes causaron varios retrasos; y, finalmente, su lanzamiento tuvo lugar el 3 marzo de 2004, desde la Guayana Francesa.
Ese fue el principio de un trayecto complejísimo que busca despejar algunas de las dudas sobre el inicio de nuestro sistema solar. Ante la imposibilidad de un vuelo directo, se calcularon una multitud de trayectorias posibles. En sus primeros cinco años de vuelo, Rosetta aprovechó las gravedades de la Tierra (en tres ocasiones no consecutivas), la Luna y Marte para catapultarse, por así decirlo, hasta su objetivo. En junio de 2011, se estabilizó su trayectoria y la mayoría de sus instrumentos fueron puestos en un estado de hibernación de espacio profundo que duraría tres años. El 6 de agosto, Rosetta y el cometa 67P/C-G se encontraron y se mantuvo una distancia de 100 km. Justo ahora se están llevando a cabo las operaciones que requieren de mayor precisión, sobre todo si consideramos que la aceleración provocada por la gravedad del cometa es diez mil veces menor que la de la Tierra.
67P/Churyumov-Gerasimenko es un cometa de unos 4 km de diámetro, con una masa de 10 mil millones de toneladas, un periodo orbital de 6.45 años y de rotación de 12.4 horas. Fue descubierto en 1969 por los dos astrónomos rusos que le dieron su nombre, está compuesto principalmente de agua en su estado sólido, dióxido de carbono y metano, y su coma o cabellera se extiende 19 mil kilómetros en su punto más largo. Se esperaba que fuera un cometa de forma irregular pero en realidad parece ser que dos cuerpos esféricos se unieron a baja velocidad dando lugar a un sólo objeto.
Tras 10 años de vuelo, entonces, Rosetta se encuentra a poco más de 500 millones de kilómetros de la Tierra, entre la órbita de Júpiter y Marte. La transmisión del descenso está siendo transmitida en vivo pero, dada la inmensa distancia de por medio, las señales tardan 28 minutos en llegar a nuestro planeta. Antes de la operación de descenso, el equipo de la ESA encargado de esta misión calculó un 70% de probabilidad de éxito. La misión, sin importar el destino de la sonda Philae, concluirá en diciembre de 2015.
En este momento se acaba de anunciar el absoluto éxito de la operación más delicada en la misión aparte del aterrizaje mismo: la separación de la nave Rosetta y la sonda robótica Philae. Se ha restablecido comunicación con Rosetta y se confirmó que la sonda Philae también está en comunicación con la nave. Ahora todo depende de la gravedad creada por la masa del núcleo para que la sonda complete su descenso. Una vez que toque la superficie del cometa, Philae disparará harpones para adherirse, a la manera de un ancla.
Actualización: Buenas noticias. ¡El aterrizaje se ha completado! Todavía se están examinando los datos de la telemetría pero todo indica un completo éxito. Los harpones fueron disparados (aunque parece existir un problema con ellos) y Philae está en la superficie del cometa. Enhorabuena.
Autor: IIEH
Fuentes:
Webcast en vivo de Rosetta aterrizando