Científicos y filántropos multimillonarios anunciaron un proyecto que enviaría sondas del tamaño de un smartphone al sistema estelar más cercano.
El proyecto, se cree, costaría alrededor de 10 mil millones de dólares y vería su primer lanzamiento en dos décadas. Alfa Centauri, la estrella a 4.37 años luz de distancia, es el objetivo de este ambicioso plan, llamado Breakthrough Starshot (“avance tiro-estelar”). Las mentes y las chequeras detrás del proyecto son algunas de las más cargadas hoy en día: Stephen Hawking, Mark Zuckerberg y Yuri Milner. Milner y sus colegas calcularon que la misión tardaría 20 años en recorrer la distancia (tan sólo 41.3 billones de kilómetros). Si Voyager 1 estuviera viajando a ese rumbo y a su velocidad actual, tardaría 70 mil años en llegar.
En teoría, la misión se desarrollará así: Una nave nodriza transportaría alrededor de mil sondas (nanonaves) al espacio; una vez en la órbita terrestre, cada una desplegaría sus velas solares; láseres desde la Tierra impulsarían las sondas a una quinta parte de la velocidad de la luz; 20 años después, realizarían su primera transmisión desde Alfa Centauri; poco más de cuatro años más tarde, la emisión sería recibida en la Tierra. Es decir, si se consiguen los fondos y todo sale de maravilla, en 44 años tendremos la información de primera mano de la primera sonda interestelar. Quizá el mecanismo más increíble sea la propulsión por láser. A sólo dos minutos de su accionamiento, las sondas habrán viajado casi un millón de kilómetros y, ya fuera del alcance de su acelerador, logrado su velocidad máxima.
“Llegamos a la conclusión de que es posible: un viaje interestelar”, dijo Yuri Milner este martes en el anuncio público en Nueva York, justo a 55 años de que Yuri Gagarin se convirtiera en el primer hombre en el espacio. El cosmólogo y autor inglés Stephen Hawking, uno de los tres miembros en el consejo de directores de la misión, formuló una de sus preguntas favoritas: “¿Qué hace únicos a los seres humanos?”, y replicó, “pienso que lo que nos hace únicos es la posibilidad de trascender nuestros propios límites; hoy nos comprometemos con el siguiente gran salto en el cosmos, porque somos humanos y nuestra naturaleza es volar”.
El líder del proyecto es Pete Worden, antiguo director del Centro de Investigación Ames (ARC), de la NASA. Entre sus asesores se cuentan Avi Loeb, el astrónomo de Harvard; Martin Rees, Astrónomo Real; Saul Perlmutter, astrónomo de la Universidad de California en Berkeley y ganador del Premio Nóbel de Física; y el matemático Freeman Dyson, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Worden lanzó un llamado a la comunidad científica mundial: “Tenemos una lista de 20 desafíos clave para llevar a cabo la misión y buscamos que los expertos de todo el mundo nos ayuden; estamos dispuestos a apoyar su trabajo financieramente”. Los pormenores del proyecto Breakthrough Starshot están accesibles a todo público en su sitio oficial, así como la lista de los retos principales (aunque no se ha vislumbrado ninguna imposibilidad). Entre éstos destaca el diseño de la batería, que pesaría 150 mg y cuya fuente de energía sería plutonio 238 o americio 241; el material de la vela solar que deberá absorber, en proporción, unas 60 veces la luz solar en la Tierra; la implementación de la matriz laser, 100 gigawatts de poder sostenido durante dos minutos (o sea, la potencia de 100 plantas nucleares); y el mantenimiento de todos los componentes de la nanonave durante tres décadas.
Por lo pronto, Milner ha invertido 100 millones de dólares para la investigación y desarrollo iniciales. La NASA y la Agencia Espacial Europea han sido informadas y se espera que su participación sea importante, al igual que la de inversionistas privados, como Zuckerberg. La mayor parte del dinero será utilizado para construir la gigantesca matriz láser, que podrá ser usada para enviar sondas a otros planetas y estrellas.
Por ufano que parezca, el proyecto Starshot es un producto inevitable de nuestra especie, tenía que ser planeado. Avi Loeb, alerta, recordó los resultados de experimentos recientes de física y advirtió: “La naturaleza nos enseña que su imaginación es mejor que la nuestra”.
Paráfrasis: IIEH
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