Los hilos de la evolución: CAPÍTULO VIII
El tiempo
El tiempo, esa constante enigmática que fluye y nos envuelve, es la urdimbre sobre la cual se teje la evolución del cosmos. Es en su curso que la complejidad se despliega, la entropía se incrementa y la historia del universo se escribe en ciclos de creación y transformación
Al tratar la evolución es inevitable aludir al tiempo. Debemos tocar algunos aspectos del concepto de tiempo, teniendo en cuenta que hay varios "tiempos", y es necesario aclarar a qué "tiempo" nos referimos cuando hablamos de evolución.
8.1. El tiempo según Zubiri
El filósofo español Xavier Zubiri1 expuso de forma notable los caracteres del tiempo considerado como una línea temporal. Esta descripción puede resumirse como sigue:
La línea temporal es una línea compuesta por momentos que transcurren (avanzan). Los momentos que la componen se llaman "presentes", que son puntos que transcurren en la línea temporal. El "presente" no es temporal. Los "presentes" de la línea temporal no forman un conjunto infinito, como la línea espacial, sino que forman un conjunto infinito que pasa, que discurre, es decir, sólo el presente es actual. Los 'presentes' de esta línea muestran una conexión de continuidad, de apertura, de aperiodicidad, de orden, una dirección irreversible, y una métrica... para conceptualizar la continuidad de un conjunto de puntos... las matemáticas actuales consideran cualquier punto de un conjunto. Este punto divide este conjunto en dos subconjuntos, uno a la derecha y otro a la izquierda del punto elegido, es decir, constituye un corte en el conjunto. Y esta división tiene la propiedad de que pertenece al conjunto total, y que en el subconjunto de la izquierda no hay ningún punto que sea el último, ni en el subconjunto de la derecha hay ninguno que sea el primero.
8.2. El tiempo en la física clásica
El tiempo de la física clásica tiene un valor absoluto, es decir, es una magnitud que transcurre de la misma manera para todos los fenómenos. Además, es crucial señalar que el tiempo en este contexto no tiene una dirección definida, es reversible. El tiempo es una línea que se expresa gráficamente como un eje de coordenadas y constituye el marco de referencia básico para el estudio de los fenómenos físicos.
8.3. El tiempo en la relatividad
En la física relativista, el tiempo, junto con el espacio, forma el tejido del universo, y "ambos pueden distorsionarse como si fueran plastilina,”2 En este campo, el tiempo es un concepto complejo porque está ligado a la posición del observador del evento y a su estado en movimiento, lo que significa que el tiempo es relativo. Los observadores que difieren en su posición y movimiento diferirán en su medición del tiempo de un suceso, por lo que el tiempo siempre dependerá del sistema de referencia del observador.
En el tiempo de la relatividad, se produce un fenómeno que parece contrario a la intuición: a medida que aumenta la velocidad del observador, el tiempo se ralentiza. De hecho, si se pudiera viajar a la velocidad de la luz, el tiempo dejaría de transcurrir por completo. Sin embargo, reflexionando sobre la conclusión de que el tiempo fluye a la velocidad de la luz, siempre en la dirección del objeto que viaja, si éste alcanzara la velocidad de la luz, el tiempo "no pasaría" para él.
8.4. El tiempo en la mecánica cuántica
En la mecánica cuántica, el tiempo es considerado como un parámetro externo, no como una variable cuántica en sí misma, lo que ha llevado a algunos teóricos a cuestionar si esta es una descripción completa o si debiera haber una teoría cuántica del tiempo. Además, la mecánica cuántica y la relatividad general tienen concepciones muy diferentes del espacio y el tiempo.
8.5. El tiempo como duración
Henri Bergson creía que reducir el tiempo al espacio, como hacen los relojes, era una traición al tiempo. Los relojes sólo miden otros relojes; sólo pueden comprender el tiempo a través del espacio, ya sea el que recorre la Tierra alrededor del Sol o las transiciones del átomo de cesio. El tiempo real era el tiempo interno, que él llamaba "duración". Y si la ida se siente más larga que la vuelta, aunque en nuestro cronómetro marquen lo mismo, el viaje ha durado más. La experiencia cualitativa del sujeto prima sobre la experiencia cuantitativa de la máquina.
La duración, según Henri Bergson, es un tiempo heterogéneo, es un movimiento constante desprovisto de toda medida fijada por el hombre, es un horizonte de apertura hacia lo nuevo y su carácter esencial es el tiempo que transcurre entre el principio y el fin de algo, entendido como invención y creación.
8.6. Resumen
Algunos científicos piensan que no podemos explicar qué es el tiempo, pero dada la dificultad de realizar un experimento físico que demuestre el paso del tiempo, se acentúa una sospecha: puede ser que el tiempo esté hecho por nosotros, es decir, que sería un atributo de nuestra mente.
Creemos que el tiempo no es un atributo de nuestra mente, sino que la mente lo capta y lo transforma en una duración.
De los conceptos establecidos anteriormente, podemos deducir que el tiempo en el universo es la duración dentro del tiempo eterno; y, fractalmente, el tiempo de los sistemas del universo es la duración dentro de la duración universal.
Por tanto, consideraremos que el tiempo de evolución es una duración y tiene una dirección, del pasado al futuro.
8.7. La flecha del tiempo
El paso del tiempo se ha comparado con el vuelo de una flecha y con una corriente siempre en movimiento, que nos lleva inexorablemente del pasado al futuro.
Paul Davies
Independientemente de su forma u orientación, dicha flecha representa una guía intelectual de la secuencia de acontecimientos que han cambiado los sistemas de la simplicidad a la complejidad, de lo inorgánico a lo orgánico, del caos al orden.”
Sin embargo, esto es cierto sólo en la fase de crecimiento de los sistemas, ya que la flecha del tiempo es la "dirección unidireccional" o "asimetría" del tiempo. La flecha termodinámica del tiempo la proporciona la segunda ley de la termodinámica, que establece que, en un sistema aislado, la entropía tiende a aumentar con el tiempo.3
En las obras de S. Hawking, la flecha del tiempo no tiene la importancia ni el alcance que tiene en las tesis de Prigogine. Toda la obra de este último gira en torno a esta idea porque privilegia el devenir y no el ser, el tiempo y no la eternidad, el desorden más que el orden. Esta idea estaría suponiendo la distinción entre un "antes" y un "después" y, por tanto, una dirección de la evolución cósmica. Para Hawking hay tres flechas del tiempo: la "termodinámica", que apunta al crecimiento de la entropía; La "psicológica", que nos permite recordar el pasado y no el futuro, dando una dirección al flujo de la conciencia; y la "cosmológica", que va en la dirección de la expansión del Universo. Según Hawking, estas tres flechas apuntan en la misma dirección.4
Eric Chaisson
Al fin y al cabo, esta flecha aparece como la característica común a todos los objetos de la burbuja en expansión que es nuestro universo. Todos envejecemos en la misma dirección; todas las estrellas, todas las rocas envejecen en la misma dirección, aunque el mecanismo de envejecimiento sea diferente en cada caso.
El tiempo, mejor dicho, la dirección del tiempo es la dimensión existencial fundamental de la vida humana. Ahora descubrimos que el flujo del tiempo es universal. El tiempo ya no separa a los hombres de la naturaleza.5
Ilya Prigogine
1Zubiri, Xavier. El concepto descriptivo del tiempo. Realitas II, 1974-75, pp. 7-47.
2Herrera Corral, Gerardo. Agujeros negros y ondas gravitacionales. Una mirada profunda al Universo. Editorial Sexto Piso, 2019.
3Chaisson, op. cit.
4Massuh, Victor. La flecha del tiempo. Editorial Sudamericana, 1994.
5Kondepudi, Dilip y Prigogine, Ilya. Modern Thermodynamics. From Heat Engines to Dissipative Structures. John Wiley & Sons. 1998.
