La cigüeña blanca ha establecido nidos permanentes en Portugal y España, cerca de vertederos de basura, y ha dejado de migrar.
En las últimas décadas, los patrones migratorios de muchas especies animales se han modificado en respuesta a cambios ambientales globales y a la actividad humana. Muchas especies han formado poblaciones residentes en áreas donde sólo se veían grupos migratorios. La cigüeña blanca (Ciconia ciconia), por ejemplo, era enteramente migratoria pero de manera reciente obtuvo acceso a una fuente de comida continua a lo largo de todo el año, los vertederos públicos de basura.
Un estudio publicado la semana pasada en la revista Movement Ecology, llevado a cabo por ornitólogos de la Universidad de Lisboa, monitoreó 48 cigüeñas blancas con dispositivos de GPS, acelerómetro y GSM a lo largo de un año. Los resultados confirman por primera vez que esta especie, antes migratoria, es ahora residente: usa un solo nido para todas las temporadas. Las cigüeñas viajan desde su nido hasta los vertederos de basura, donde obtienen su alimento, casi 50 km fuera de la época de reproducción y 28 km durante la época de apareamiento. Parecería, especulan los científicos, que se han vuelto adictas a la comida basura.
“Las cigüeñas dependen de los vertederos para obtener su alimento”, explicó Nathalie Gilbert, directora del estudio, “sobre todo fuera de la época de reproducción, cuando otras fuentes alimenticias son más escasas. Esto ha llevado a la conformación de poblaciones residentes. Los vertederos de basura en Portugal y España permanecen abiertos todo el año, así que las cigüeñas desarrollaron este nuevo comportamiento de forma muy reciente”.
Cabe mencionar que, hace unos años, la Unión Europea aprobó la Directiva de Vertederos, que obliga a sus países miembros a mantener un código de seguridad ambiental y de salud sumamente estricto. Los basureros públicos actuales de Portugal y España desaparecerán poco a poco para dar lugar a instalaciones donde los desperdicios de comida se procesarán bajo techo. La cigüeña blanca ha desechado sus movimientos migratorios a favor de la abundancia alimenticia; pronto tendrá que enfrentar de nuevo la escasez del invierno.
La cigüeña blanca, por cierto, es la misma ave que, según el folclor de varios países europeos, carga a los bebés en una canasta hasta la chimenea de la casa de sus padres. Lo más probable es que, en el futuro próximo, esta gran voladora sufra grandes crisis de distribución, lugar de apareamiento, crianza de sus polluelos y decisiones migratorias.
Autor: IIEH
Fuentes:
Las cigüeñas abandonan las migraciones de invierno para conservar comida basura