El cambio climático es un fraude, dicen algunos. Stephen Lewandowsky, autoridad en ciencias cognitivas, ha investigado durante años la manera en que la gente reacciona ante los riesgos del cambio climático. Sus estudios más recientes examinan el vínculo entre la negación de la ciencia del clima y elementos de teorías de conspiración.
En uno de sus estudios, por ejemplo, Lewandowsky demuestra que individuos que respaldan teorías de conspiración (como aquella que niega que el hombre llegara a la Luna) tienden a negar el cambio climático, evento comprobado por miles de estudios científicos. El rechazo al cambio climático es, en breve, la reacción de algunos individuos y grupos que se sienten atacados por la ciencia ("anti-cristiana") y temen una conspiración anti-capitalista que los empobrecerá y cambiará su estilo de vida.
Aquí, Lewandowsky contesta (con fuentes) una serie de preguntas sobre las reacciones de la mente humana frente a la incertidumbre del futuro climático:
¿Qué se puede contestar cuando alguien dice que el cambio climático actual es parte del ciclo natural del planeta?
En efecto, el clima ha cambiado en el pasado de forma natural, pero eso no significa que ahora esté cambiando naturalmente. De la misma forma, cuando te daba una fiebre de niño por causa de una infección del oído, no significa que si te da fiebre ahora se deba precisamente por una infección del oído. Pero lo que te dice es que tu cuerpo es susceptible a desarrollar temperatura: lo mismo con el clima, la variabilidad natural del pasado significa que el clima es sensible a desajustes. Por el momento, se encuentra masivamente desajustado (el término técnico es “forzado”) por causa de las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué tan importantes son las ideologías políticas para entender el rechazo a la ciencia del clima?
En mi trabajo, la correlación es de alrededor de .85 a.90. Esto es, desde cualquier ángulo que se vea, inmenso. Le puedo hacer a la gente cuatro preguntas sobre mercado libre y, a partir de sus respuestas, obtener más o menos un 67% de “confianza” (varianza) sobre sus actitudes sobre el cambio climático.
¿Cuál ha sido la influencia del rechazo a la ciencia del clima sobre la ciencia misma?
Es difícil cuantificarla, pero tenemos evidencia que sugiere que el rechazo a la ciencia ha afectado no sólo el discurso público sino la ciencia misma. Por ejemplo, Freudenburg y Muselli (2010) mostraron, basándose en un análisis de la cobertura de los medios de comunicación, que los reportes del IPCC en 2007 tienden a subestimar el riesgo del cambio climático, y no a sobrestimarlo. En un estudio más reciente, Brysse (2013) expandió el tema y argumentó que la reserva natural de los científicos los empuja hacia estimados más cautelosos, lejos del alarmismo y el drama.
¿Cómo cambia el debate la formación de cúmulos de personas que se reúnen alrededor de ideas (sin importar lo absurdas que sean) en el internet?
En verdad existen estos ciberguetos y ya se han constituido en un problema que además, para colmo, son un incentivo para que los políticos entablen diálogos más radicales. En un estudio de 2005, Glaeser et al. presentaron un modelo matemático que dejó en claro que era ventajoso para los políticos hacer uso de mensajes más extremos si su público permanecía dentro de una cámara de eco, es decir, un grupo de personas con ideas similares, repetidas continuamente. Como consecuencia, si bien los políticos de antes querían atraer al votante promedio, ahora es más ventajoso ser extremista, posición peligrosa e indeseable.
¿Por qué los teóricos de la conspiración ignoran la cantidad abrumadora de evidencia que refuta sus teorías?
No necesariamente la ignoran, la incorporan a su propia visión. El rasgo esencial del pensamiento conspiracional es que se trata de “cognición motivada”, es decir, cognición cuyo resultado ha sido predeterminado, así como los motivos en los cuales se apoya. Por lo tanto, cualquier evidencia en contra de una conspiración se convierte en evidencia a favor de ella.
¿Cuál es el argumento más absurdo en contra del cambio climático antropogénico?
Hay quien arguye que vientos solares trajeron el CO2 desde Marte hasta nuestra atmósfera.
¿Hay alguna teoría de la conspiración que haya resultado ser cierta?
Hoy en día, se sabe que la industria tabacalera en Estados Unidos, conspiró en contra del público en su intento por socavar la evidencia científica que vinculaba el acto de fumar con el cáncer. Más de 50 historiadores fueron contratados a lo largo de décadas para testificar de forma que evitara la responsabilidad legal por la promoción y venta de cigarros. En 2006, la juez encargada del caso dijo: "La industria tabacalera estadunidense ha entablado una conspiración criminal durante más de 50 años".
¿Considera teóricos de la conspiración a la gente que se preocupa por el espionaje cibernético y la invasión de la privacidad cometida por el gobierno?
No. Este es un punto importante. Existen conspiraciones reales (por ejemplo, Watergate, Irán-Contra). Así que, ¿cuál es la diferencia entre estar preocupado por el gobierno inmiscuyéndose en tu vida o creer en la existencia de un gobierno mundial? Esa pregunta es extraordinariamente difícil de contestar pero algunos filósofos han comenzado a desentrañar el asunto (Keeley, Sobre teorías de la conspiración). En mi opinión, la diferencia se presenta en el dominio cognitivo; es decir, en cómo la gente lidia con la evidencia. Es entonces cuando se puede identificar al teórico de la conspiración: el razonamiento autosellador, “la investigación del evento no reveló nada especial así que el individuo o institución investigadora también debe ser parte de la conspiración”. Algunos críticos de mi trabajo han especulado que soy dueño de una emisora importante en Australia como parte del gobierno australiano. Mm, no.
Fuentes:
El rechazo motivado a la ciencia
¿Los escépticos del clima tienden a ser teóricos de la conspiración?
La acusación de un historiador a la industria tabacalera estadunidense
Citas:
Brysse, K. Predicciones del cambio climático: ¿Equivocándose sin drama? Global Environmental Change, 2013, 23, 327-337
Freudenburg, W. R. & Muselli, V. Estimados del calentamiento global, expectativas de los medios y la asimetría del reto científico. Global Environmental Change, 2010, 20, 483-491
Glaeser, E. L.; Ponzetto, G. A. M. & Shapiro, J. M. Extremismo estratégico: ¿Por qué los republicanos y los demócratas se separan según sus valores religiosos? The Quarterly Journal of Economics, 2005, 120, 1283-1330.
Proctor, R. N. Los orígenes de la catástrofe cigarrera y el caso de la abolición. University of California Press, 2011