Los filtros de tabaco usados en los cigarros representan la fuente más común de basura en el ambiente marino.
Cada año se consumen 5.5 billones de cigarros y se desechan 4.95 billones de colillas al aire libre en todo el mundo. Ya otros estudios han demostrado que los filtros usados contienen rastros de ciertos metales así que el riesgo de que se contaminen los ecosistemas marinos es muy grave. Los metales que el estudio en turno, publicado por la revista médica BMJ, monitoreó fueron: cadmio, hierro, arsénico, níquel, cobre, zinc y manganeso. El contenido de estos metales fue medido dos veces en la costa norte del Golfo Pérsico, con un período intermedio de diez días para controlar el impacto potencial de las corrientes marinas. El nivel fue consistente en ambas mediciones y se reportó una alta incidencia de hierro y manganeso, además de una presencia casi nula de arsénico. Entonces se comprobó que, de una sola fuente contaminante, los filtros desechados, entran al ambiente marino un número considerable de metales.
El contenido de metal en los filtros descartados tiene variaciones muy grandes dependiendo del método de cultivo y cosecha de la hoja de tabaco, la aplicación de pesticidas y herbicidas. Durante la manufactura del cigarro, nuevos metales son a veces añadidos para modificar las propiedades del papel, como su brillo y flexibilidad. Un estudio más antiguo, realizado en Australia, investigó el peso exacto de los metales en 7 billones de filtros descartados, con un peso promedio por unidad de 0.34g: 630 kg de aluminio, 100 kg de bario, 2 kg de cadmio, 275 kg de cobre, 2613 kg de hierro, 5130 kg de magnesio, 156 kg de manganeso y 71 kg de zinc.
Los filtros en sí están fabricados de acetato de celulosa y funcionan como otros plásticos con la habilidad de transportar metales dentro de los ambientes marinos. Lo que no está claro es el efecto que la concentración de cada metal tendrá o está teniendo ya en las especies marinas. Por un lado, concluyen en el estudio, dirigido por Sina Dobaradaran, algunos organismos pueden defenderse contra la contaminación elevando su nivel de tolerancia al metal. Por otro, la bioacumulación puede causar daños profundos y entrar a la cadena alimenticia.
No sólo hace falta redoblar la investigación sobre el efecto de los desechos de la civilización humana en el mar y sus organismos sino también desarrollar una conciencia pública sobre la toxicidad de nuestra basura para actuar de acuerdo a ese conocimiento.
Autor: IIEH
Fuentes:
Los metales en las colillas de cigarro presentan un riesgo de contaminación del ambiente marino
Asociación de metales con filtros de cigarro en el norte del Golfo Pérsico