No. Mientras mantengan sus discos imaginales (los sacos de células epiteliales en las larvas de insectos que representan las estructuras principales del adulto, como alas, patas, antenas y cabeza) no tendrán problema.
De hecho, durante su transición en el capullo, la mayoría de los componentes de la oruga se licúan y es de los discos imaginales de donde se formarán las nuevas patas de la mariposa. No se trata de una sopa informe sino de una orquestación extremadamente precisa, en la que la comunicación intercelular es esencial.
De forma sorprendente, se han hecho experimentos que demostraron que, a pesar de esa licuación, la mariposa conserva sus memorias de su etapa de oruga. Expusieron a un grupo de orugas a un olor particular y, a través de estímulos negativos, reforzaron en la oruga el comportamiento de aversión a dicho olor. Una vez pasada la etapa de pupa, las nuevas mariposas exhibieron la misma aversión.
Existe una diferencia entre nuestra oruga sin una pata y una oruga de cuerpo entero: si no incrementa el volumen de su alimentación, su deficiencia de masa dará lugar a una mariposa más pequeña, tanto como la masa de la pata perdida.
Autor: IIEH
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