HeLa, las células inmortales de Henrietta Lacks y un dilema bioético

Henrietta Lacks 

Hace más de 60 años, el 4 de octubre de 1951, murió Henrietta Lacks, campesina y madre de cinco hijos. Murió de cáncer cervical pocos meses después de su quinto parto, a los 31 años, en el Hospital Johns Hopkins.

En uno de sus tratamientos de radiación en ese mismo hospital, se le extrajeron dos muestras de células epiteliales cervicales, una de tejido sano y otra de un tumor maligno. Los biólogos de aquel entonces todavía no habían podido desarrollar técnicas para mantener vivas las células humanas para su experimentación. Justamente uno de los principales centros en ese campo de estudio estaba en el hospital: el Laboratorio de Cultivo de Tejidos de la Universidad de Johns Hopkins. George Gey era el director del proyecto, que había sido infructuoso después de años de investigación, y él mismo recibió las muestras de tejido obtenido sin el permiso ni el conocimiento de Henrietta Lacks o su familia (situación normal en aquel periodo). Gey notó que algunas células del tumor de Lacks se comportaban de manera única, no morían después de dividirse unas cuantas veces. Había descubierto la primera línea de células humanas inmortales y la llamó HeLa.

En cuestión de meses, HeLa se convirtió en la principal herramienta para estudiar la biología celular humana, rol que mantuvo durante toda la segunda mitad del siglo XX. He aquí algunos de los datos más sorprendentes sobre HeLa:

  • HeLA fue empleada por Jonas Salk para producir la vacuna de la polio en masa.
  • La familia de Henrietta Lacks no se enteró de que existían células vivas de Henrietta hasta principios de los 70s, 20 años después de su muerte.
  • HeLa fue la primera línea celular humana comercializada.
  • Si sumaramos todas las células HeLa cultivadas hasta ahora, pesarían miles de veces más que el peso original de Henrietta Lacks.
  • HeLa fue la fuente de las primeras células humanas clonadas.
  • HeLa hizo posible el desarrollo de las técnicas de fecundación in vitro.
  • En los 60s, se inyectó HeLa a docenas de voluntarios para demostrar que el cáncer es causado por un virus (y, por supuesto, fue un fracaso).
  • HeLa fue uno de los primeros genomas secuenciados y parte fundamental del actual proyecto ENCODE.
  • De HeLa se obtuvo la primera célula quimérica humana, combinada con una célula de ratón.
  • HeLa fue enviada al especio con dos ratones para estudiar el efecto de la gravedad cero en tejido vivo.
  • HeLa se puede comprar en línea por 360 dólares.
  • Las compañías de cosméticos prueban sus productos en HeLa.
  • HeLa está prohibida en algunos laboratorios por su tendencia de contaminar otras líneas celulares.
  • El gobierno de Estados Unidos usó HeLa para probar los efectos de la radiación provocada por un arma nuclear en tejidos humanos.
  • En los 60s, biólogos de todo el mundo reportaron un éxito sin precedentes en el cultivo de todo tipo de células humanas; después se descubrió que todas contenían una enzima que sólo se encuentra en poblaciones de raza negra: el éxito había sido contaminación por HeLa.

Cultivo celular HeLa

Hoy en día, ya se han establecido muchas líneas celulares humanas inmortales (como PC3 y LnCap) pero son anónimas, revelar su donante presentaría controversias bioéticas, al sobrevivir a los organismos parentales y ser utilizadas para el descubrimiento de tratamientos médicos muy lucrativos. De hecho, es posible jugar al detective y averiguar los nombres de los donantes anónimos comparando sus genomas con la información de bases genealógicas de datos.

En marzo de este año, Lars Steinmetz y su equipo, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, en Heidelberg, publicaron el genoma completo de la línea celular HeLa. Sin consultar a los hijos y nietos de Henrietta Lacks. A partir del genoma es posible calcular riesgos de contraer ciertas enfermedades o desarrollar enfermedades hereditarias a cierta edad. Aunque en muchos países es ilegal usar esta información para ajustar el precio de un seguro médico o para contratar un empleado, no lo es en el caso de seguros de vida, discapacidad o condiciones que requieran de cuidados intensivos a largo plazo. Esto ha sacado a luz un dilema retorcido: ¿Los descendientes de un donante merecen poder legal sobre su línea celular?

Los descendientes de Henrietta Lacks se quejaron públicamente sobre el tratamiento científico que ha deshumanizado a su madre y abuela, y a ellos mismos. El equipo de Lars Steinmetz ya ofreció una disculpa y retiró la publicación del genoma, pero no sin antes aclarar que es posible obtener el genoma de HeLa, parte por parte, en el internet. A fin de cuentas, el problema se origina en el dinero. Por un lado, cientos de compañías se han enriquecido gracias a HeLa; por otro, los hijos de Henrietta no pueden darse el lujo de pagar un seguro médico. Los descendientes de un donante anónimo tal vez puedan cancelar la producción de su línea celular en un futuro no muy lejano pero, y ya hay leyes al respecto, no pueden recibir dinero de su comercialización.

HeLa es inmortal, fecunda y persistente. Henrietta Lacks murió joven, con metástasis en todos sus órganos y después de meses de intensísimos dolores. Fue enterrada en una tumba anónima.

Autor: IIEH

Fuentes:

La vida inmortal de Henrietta Lacks, la continuación

Las células inmortales de Henrietta Lacks

The Way of All Flesh por Adam Curtis

Publicación del genoma de HeLa provoca tormenta bioética

Leer más:

La vida inmortal de Henrietta Lacks. Rebecca Skloot.

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