Las emisiones mundiales de gas metano (CH4) continúan incrementándose y son un factor muy importante en el cambio climático antropogénico.
El gas metano es el segundo gas de invernadero que más influye el clima, sólo detrás del dióxido de carbono. Pero podría convertirse en el de más peligro pues es 28 veces más poderoso que el CO2 en los modelos a cien años, además de que existen factores de retroalimentación que dificultan los cálculos de su incremento. La concentración de gas metano en la atmósfera ha subido desde 700 ppb en la era preindustrial hasta 1843 ppb en la medición de hace dos meses. Un par de estudios publicados ayer en IOPSCIENCE y ESSD contabilizan el aumento de gas metano en nuestra atmósfera durante lo que va del siglo y estiman su rol en el cambio climático inducido por el ser humano.
Este es el balance de gas metano promedio de 2003 a 2012 (en millones de toneladas anuales):
Emisiones antropogénicas:
Producción y uso de combustibles fósiles, 105
Agricultura e industria de desechos, 188
Quema de biomasa, 34
Emisiones naturales:
Humedales (marismas, ciénagas, pantanos, etc.), 167
Otras fuentes naturales (permafrost, termitas, lagos, etc.), 64
Disipadores de gas metano (todos naturales):
Disipación por causa de varias reacciones químicas en la atmósfera, 515
Disipación en suelos, 33
Tres de los coautores de estos estudios dieron una entrevista sobre el tema en Reddit y hablaron sobre sus objetivos más importantes: Las fuentes del gas metano que contribuyen al marcado aumento notado desde 2007 y más aún a partir de 2014; el ritmo de emisión de gas metano cuando se deshiela el permafrost; el papel de la agricultura en el balance global del gas metano; el efecto del cambio del sistema energético global del carbón al gas y el petróleo sobre las emisiones de gas metano; y las proyecciones de la influencia del gas metano en el cambio climático. Aquí traducimos algunas de las preguntas y respuestas ofrecidas por Ben Poulter, investigador de ciencias de la Tierra en el Instituto Goddard de la NASA; Rob Jackson, catedrático emérito del Instituto de Energía de la Universidad de Stanford; y Pep Canadell, director del Proyecto Global de Carbono, en Australia.
¿Es verdad que una tercera parte de las emisiones globales de gas metano se deben a la ganadería y la agricultura?
Veamos, el 60% de las emisiones globales de gas metano son producidas por la actividad del ser humano. De ese 60%, la mitad proviene de los sectores de la ganadería y la agricultura, así que la cifra está muy cercana a una tercera parte. En números: 100 millones de toneladas de metano (10 TgCH4) por el ganado vacuno, 30 millones de toneladas por el cultivo de arroz. El ganado vacuno es un gran productor de metano y se puede argüir que, anualmente, una vaca contribuye más al cambio climático que un automóvil. El consumo de carne sigue en aumento en todo el mundo así que se comienzan a investigar opciones para aliviar el problema del metano en este campo: la modificación de los microbios en el aparato digestivo del ganado y una alternativa alimenticia como ciertas algas marinas.
¿Les preocupa el prospecto de la nueva administración en Estados Unidos bajo el presidente Donald Trump? Trump aseguró que recortaría el presupuesto de la NASA para investigaciones sobre el clima.
Si la nueva administración recorta los presupuestos que le permiten a la NASA mantener monitoreado el planeta, todos salimos perdiendo. Desde vigilar la deforestación de la selva del Amazonas hasta la supervisión continua de las capas de hielo en el océano, varias actividades de la NASA son críticas para revisar la salud del planeta. Claro, la NASA es una organización apolítica y sus observaciones e innovaciones han sido esenciales para inspirar a la humanidad en las últimas décadas.
¿Cuáles son algunas opciones para mitigar las emisiones de gas metano?
Ventilar y quemar el gas metano en las minas de carbón; detectar y cubrir fugas naturales del gas; cubrir los vertederos de basura, lo que reduce emisiones de metano y produce biogas; construir biodigestores para las granjas, tecnología que ya funciona en Alemania y se está extendiendo a otros países de Europa.
¿Todavía contribuyen las termitas a las emisiones globales de gas metano?
Así es, las termitas liberan 10 millones de toneladas de gas metano anualmente. Nuestros datos al respecto no son totalmente confiables porque, al parecer, no hay muchos expertos en el campo.
¿Es posible ser optimistas sobre el cambio climático?
No es demasiado tarde para resolver el cambio climático, siempre puede ser peor. No comprendemos bien los umbrales y los puntos sin regreso, que quizás están asociados con la dinámica de las placas de hielo.
¿Qué tan eficaz será el Acuerdo de París?
Por ahora es un buen comienzo, pero tarde o temprano hará falta más. Si es respetado por los países firmantes, será una herramienta poderosa para enfocarse en estabilizar la temperatura a largo plazo.
Al final, Rob Jackson advierte: “Desde 2007 ha habido un incremento marcado en las emisiones de gas metano, nuestra dieta y nuestro estilo de vida casi aseguran que continuará esa tendencia. El deshielo del permafrost debe preocuparnos. Si examinamos varios modelos de emisiones futuras, el del gas metano se aproxima al peor de los casos. Son malas noticias, vamos en la dirección equivocada”. Pero una característica del gas metano da esperanzas: comparado con el dióxido de carbono, su presencia en la atmósfera es muy corta así que habrá más oportunidades para mitigar su efecto sobre el cambio climático a largo plazo.
Traducción e introducción: IIEH
Fuentes:
El balance global del metano 2000-2012
La importancia creciente del metano en el cambio climático antropogénico