Se convierte el Océano Pacífico en una caldera
Por John Schwartz
The New York Times, Reforma, México, 14 noviembre de 2015
El Huracán Patricia fue una sorpresa. Este meteoro del Pacífico Este se fortaleció de manera explosiva antes de chocar con la costa de México a fines del mes pasado, excediendo por mucho los pronósticos. Y aunque la fuerza de la tormenta se disipó rápidamente al tocar tierra, persistió una pregunta. ¿Qué formó a tal monstruo?
La respuesta es complicada. Gabriel Vecchi, director del grupo de previsibilidad y variaciones del clima en el laboratorio de dinámica de fluidos geofísicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), lo asemejó al juego de mesa de misterio y asesinato Clue. "Están todos los sospechosos y los tenemos a todos ahora en la habitación", dijo. "La clave es ir y descifrar sistemáticamente quién estaba dónde y cuándo, de manera que podamos excluir a personas o fenómenos".
La lista parcial incluye al fuerte sistema de El Niño que se ha formado a lo largo del Ecuador, y otra zona inusualmente persistente de agua cálida que se ha posado frente a la costa de Norteamérica, bautizada como la Mancha. Y un ciclo más largo de calentamiento y enfriamiento conocido como Oscilación Decenal del Pacífico podría estar cambiando de una fase de enfriamiento a una de calentamiento. Además de todo eso está el cambio climático, causado por la acumulación de gases de efecto invernadero generados por la actividad humana. Estos fenómenos ahora parecen estar sincronizados, y los efectos colectivos podrían ser potentes.
La Mancha ha sido asociada con el clima inusualmente seco y cálido en el oeste de Estados Unidos. En el mar, las aguas más calientes y escasas de nutrientes de la Mancha -unos 2.2 grados centígrados más arriba del promedio- están trastocando la red alimentaria de la vida marina. Algunas especies de peces aparecen donde no se espera que lo hagan.
El agua cálida también ha estado vinculada a floraciones sin precedentes de algas nocivas a lo largo de las costas, que han acabado con la pesca de mariscos en Washington, Oregon y California. "Una sola almeja puede contener suficientes toxinas para matar a una persona", dijo Vera L. Trainer, del Centro de Ciencias Pesqueras del Noroeste, de la NOAA. "Si se trata de un solo evento que luego desaparece y podemos olvidarnos de él más adelante, está bien. Si es una ventana hacia el futuro, no es un buen futuro".
El patrón atmosférico inusualmente fuerte de El Niño, en el que la superficie del mar se calienta y libera enormes cantidades de calor hacia la atmósfera, tiende a provocar intensas lluvias en el Sur de California y temperaturas más frescas y lluvia en todo el sur de EU durante el invierno y potencialmente en la primavera. Pero los efectos de El Niño se dejan sentir en todo el planeta, y éste ha estado vinculado con la sequía en Australia y los incendios de turbas en Indonesia.
La otra gran fuerza involucrada, la oscilación decenal del Pacífico, es un largo periodo de agua relativamente más fresca o más cálida. Aproximadamente desde el año 2000, la oscilación ha sido más fresca, lo que muchos científicos del clima dicen que ha permitido que el océano absorba una gran cantidad del calor generado por el cambio climático. Esto, a su vez, ha evitado que aumenten las temperaturas globales promedio de la superficie. Los científicos han llamado a eso el receso del calentamiento, y aquellos que niegan el calentamiento han usado el receso para sembrar dudas sobre la existencia del cambio climático.
Sin embargo, la oscilación parece ahora estar entrando en una fase de calentamiento, dijo Gerald A. Meehl, del Centro Nacional para Investigación Atmosférica. Así que la oscilación y El Niño "pueden sumarse para hacer un cambio realmente grande" hacia el calentamiento en general. El 2015 ya se perfila para ser el año más caliente en los registros de la historia.
Un fenómeno parece ser el resultado de una combinación de El Niño, la Mancha y el cambio climático. La NOAA anunció que el mundo se encuentra en medio de apenas el tercer blanqueamiento de coral que se haya registrado. El blanqueamiento severo puede llevar a la muerte de arrecifes, y a la pérdida de hábitat para la vida marina y de la protección costera contra las tormentas.
Nicholas A. Bond, meteorólogo investigador del NOAA en la Universidad de Washington, indicó que el cambio climático podría volver más comunes las condiciones de El Niño. Dijo también que la confluencia de problemas puede alertarnos de problemáticas mayores en el futuro.
"Con este tipo de evento tenemos una verdadera posibilidad de ver lo que sucederá y decirle a la gente, 'oigan, ésta es la consecuencia de meterse con el clima'", señaló.