Vigile su dieta y practique ejercicio
Aun sin kilos tiene riesgos
> También las personas delgadas pueden tener altos los triglicéridos y el colesterol en sangre
Natalia Vitela
Reforma, México, 21 octubre 2012
Estar delgado no es sinónimo de ser sano. Hay personas que no tienen kilos de más, y, sin embargo, por su sangre circulan niveles altos de grasas, como triglicéridos y colesterol, lo que las pone en riesgo de sufrir arteroesclerosis, enfermedad que puede desencadenar un infarto al miocardio o una embolia cerebral.
Esta falsa creencia se ha dado porque se asocian sobrepeso y obesidad con las alteraciones de estas grasas, pero, aunque la mayoría de quienes tienen descontrol sufren estas condiciones, las personas delgadas no están exentas de padecer la alteración, coinciden especialistas en medicina interna.
Los niveles altos de triglicéridos y colesterol en personas sin sobrepeso y obesidad se deben principalmente a que tienen una alimentación inadecuada y son sedentarias, como sucede en los casos de personas con esas enfermedades, explica Fernando Laredo, médico internista del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXl.
''Los médicos nos hemos concentrado en decirle a las personas con sobrepeso y obesidad que tienen que bajar de peso, pero el mensaje debe ser que todos necesitan tener una dieta adecuada y hacer ejercicio.
"En los últimos 40 años hemos duplicado la cantidad de alimentos que estamos ingiriendo. Además, hay un aumento en el consumo de grasas, especialmente de origen animal, y de azúcares", advierte.
GENÉTICA
El internista Jorge Aldrete, secretario general del Colegio de Medicina Interna de México, explica que hay personas delgadas que también pueden tener alteración de las grasas debido a factores genéticos.
"El 20 por ciento del colesterol que uno tiene en sangre depende de la dieta, mientras que el 80 por ciento lo produce el hígado. Puede haber personas con colesterol elevado porque su hígado produce colesterol en mayor cantidad", ejemplifica.
El experto indica que por ello la recomendación es que, a partir de los 20 años, las personas se realicen una revisión médica que mida los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, pues la elevación de estas grasas "no duele ni se ve a simple vista".
Si sale bien del estudio, pueden hacerse un chequeo cinco años después. Si, en cambio, tienen alteraciones, la recomendación es que cambien su estilo de vida. Si después de seis meses no han respondido, se debe evaluar la posibilidad de que se sometan a tratamiento farmacológico", señala.
Laredo menciona que también se aconseja que las personas se observen en el espejo, y si están delgadas pero tienen un abdomen prominente, es posible que tengan alteración de lípidos, por lo que aconseja hacerse estudios.
Datos de alarma
En México: 12% de la población tiene triglicéridos y colesterol altos, aproximadamente. 33% de las personas mayores de 30 años tiene síndrome metabólico. 20% del colesterol que una persona tiene en la sangre depende de la dieta. 80% del colesterol lo produce el hígado. |
METABOLISMO DE OBESOS
Laredo comenta que la elevación de las grasas es uno de los factores causantes del síndrome metabólico, que es una alteración de todo el metabolismo, una descompostura del sistema completo.
Este síndrome lo padecen principalmente personas con sobrepeso y obesidad, pero también gente con peso normal.
"En una persona de peso normal que no hace ejercicio y que tiene una alimentación inadecuada también existe. A estas personas se les cataloga como metabólicamente obesas con peso normal, es decir, se comportan como si fueran obesos a pesar de que su peso todavía es normal. Esos pacientes tienen el mismo riesgo de hacer diabetes e hipertensión", asegura el especialista.
Por su parte, Aldrete aclara que, para sufrir síndrome metabólico, se deben presentar por lo menos tres o cuatro factores que desencadenan este síndrome, como glucosa y ácido úrico elevados, hipertensión, sobrepeso, obesidad, cintura mayor de 80 centímetros en mujeres y mayor de 90 en varones.
Laredo precisa que tanto los triglicéridos como el colesterol son importantes para el organismo, pero éstos deben estar en los niveles adecuados.
Por ejemplo, los triglicéridos son la manera más adecuada para guardar energía para los momentos en los que hay ayunos prolongados, mientras que el colesterol es muy importante para formar las membranas de las células.